Gentes de la zona, hijos del pueblo de Quintanar, familiares y vecinos de El País Vasco asistieron en la tarde del sábado 11 a la misa funeral por el eterno descanso de Pedro Gil Abad fallecido en Mondragón (Guipuzcoa) el pasado 8 de agosto.
Araceli, viuda de Pedro, y los hijos de Gil Abad recibieron el más sentido pésame por parte de todos los que asistieron a la misa funeral. En el altar, varios centros de flores, entre ellos de los Carreteros, asociaciones y entidades de la comarca.
Pedro Gil era muy querido en Quintanar, donde pasaba largas temporadas a lo largo del año, y desde donde impulsó los estudios sobre la carretería, la historia y los recursos de la población, además de la Asociación Cidiana Tierra de Pinares.