Fue un 2 de marzo de 1939 cuando fallecía Teófilo Gallego Sanz, quien se había trasladado desde Hontoria a Bilbao recientemente para trabajar en Telefónica.
Esa jornada fatídica, Teófilo cayó del tercer peldaño de una escalera y sufrió un golpe en la cabeza que le costó la vida. Tenía 39 años, y dejó viuda a una hontoriana y sus cuatro hijos.
La hija mayor, Socorro, ha prestado la colaboración para que se identificaran los restos de Teófilo, y, a tras la prueba de la saliva, la familia, que ya tenía la certeza antes de la prueba ha podido ratificar la coincidencia de ADN, prácticamente al 100 por ciento, con un certificado científico de laboratorio.
Ha sido la Sociedad de Ciencias Aranzadi la que ha realizado los trabajos de campo del proyecto en el cementerio de Begoña, clausurado años después de la muerte del hontoriano, tras finalizar las labores de exhumación.
El nieto de Teófilo e hijo de Socorro, Javier López Gallego, nos relata en el programa de radio esta historia que, a pesar de la tragedia que supuso en su momento, ha tenido un final feliz.
El sábado 19 de noviembre se enterrarán los restos de Teófilo junto a los de su mujer en el cementerio de Hontoria del Pinar tras una ceremonia eucarística en la iglesia.
