“Estamos hablando de vecinos de localidades como Castrillo de la Reina, Pinilla de los Barruecos o Salas. Es un proyecto que presentamos en el centro de salud de Salas y también en el de Quintanar y para ello hablamos con los agentes de salud comunitarios entre los que están los Ceas, la animadora sociocultural y también con la responsable de la Asociación de Amas de Casa.
El objetivo era que estos colectivos pudieran ayudar en la búsqueda de voluntarios para el taller. Al final lo que pretendemos con esta iniciativa es encontrar un espacio de reflexión en el que podamos observar que existe una problemática invisible que hace que los hombres tengan una serie de malestares específicos que están relacionados con su género”, matiza El taller nace dentro de una metodología que llama proCC, que tiene como objetivo de estudio y trabajo los malestares de la vida cotidiana. Para ello se plantea objetivos de intervención que promueven una mirada crítica del modelo de vida y favorecen el desarrollo del protagonismo persona, social y la acción participativa de la población en la resolución de sus contradicciones. “El objetivo es desculpabilizar para responsabilizar. No se pretende buscar culpables porque no tiene un enfoque de género.
El objetivo final es trabajar unidos en alternativas de relación que sean más saludables. Somos el centro piloto de la provincia de Burgos. Se nos ofertó y aceptamos porque sin duda alguna pensamos desde el principio que era una buena idea. El objetivo además es crear un pequeño grupo en Huerta de Rey. Ya se puede decir que el Feedback ha sido muy positivo y que el objetivo desde luego es que podamos continuar con estos talleres en el futuro”, finaliza Carmen Toribio.