
Después, la ciudad milenaria celebró el primer día de Semana Santa con el Domingo de Ramos en el que se conmemora la entrada triunfal de Jesús a Jerusalén. Según los textos bíblicos, es este día en el que Cristo es recibido por varias personas que agitan palmas y ramos de olivo mientras él montaba en un burro. El Jueves santo se vive con una ceremonia eucarística en la Iglesia de Santa María y la hora santa en el mismo templo. El viernes Santo se revive el Vía Crucis, se representa la Pasión y se participa en la Procesión del Santo Entierro con el Sermón de la Soledad. El sábado arranca la Vigilia Pascual y el Domingo de Pascua tiene la lugar la Procesión del Encuentro y se subasta la retirada del manto de la Virgen ante la mirada expectante de los presentes. Este es, como ocurre en otros municipios de la comarca de Pinares, uno de los momentos más emotivos durante estos días tan espaciales y sin duda uno de los actos que mayor fervor despierta y que más atención suscita tanto de curiosos como de fieles.