De origen celtibérico, se sabe que antiguamente las danzas de San Leonardo se ejecutaban en el campo, cantadas por las mozas y también al son de la dulzaina y tamboril, para posteriormente hacerlo en el interior de la iglesia de la villa. Inicialmente se ofrecían en honor de la Virgen del Rosario bailándose en la calle el día 7 de octubre, pero fueron trasladadas a los días 2 y 3 de febrero, siendo dedicadas desde entonces a la Virgen de las Candelas y San Blas.
En San Leonardo, la danza es ejecutada por ocho danzantes, todos hombres y adultos, los situados en el centro son los 'guías', y las cuatro esquinas reciben el nombre de 'llaves', con la presencia de dos bobos.
Las danzas en San Leonardo se realizan en el presbiterio, frente al altar, desfilando en 2 columnas de cuatro precediendo los bobos a los danzantes. Se ejecutan con palos – aunque sólo uno se entrechoca con el compañero, o palo y corbetera, (una especie de plancha o escudo de madera, que produce un sonido fuerte y seco al chocar con su semejante) señalando que han perdido las espadas primigenias y actualmente se bailan con palos de acebo de unos 40 cm. de largo.
Los señores de San Leonardo, Juan Manrique de Lara y su esposa Ana Fajardo, transformaron en el siglo XVIII estas danzas, "por la gracia del rey Felipe II, en vasallaje, gala o servidumbre de su misma casa y vistieron a los danzantes con la traza e indumentaria de majos de ese siglo que han conservado hasta la fecha.
La indumentaria de los danzantes consiste en chaquetilla adamascada, faja de seda negra, camisa blanca, calzón rojo, medias blanca, zapatos negros y pañuelo anudado a la cabeza 4 de ellos en rojo y los otros 4 en lila. Tradicionalmente se usaba camisa blanca con pecharas y puños de puntilla y se llevaba también corbata roja pero eso se ha perdido.
Los bobos, encargados de hacer la entradilla dirigiéndose hacia el altar, se caracterizan por una vestimenta basada en la retacería,(conjunto de retazos de diversos géneros de tejido). y pañuelo a la cabeza uno morado y otro rojo. La indumentaria entre los bobos difiere en los colores: uno con color verde y granate con pañuelo lila, y el otro morado y verde, con pañuelo rojo.
Concluidas las danzas, desde la iglesia se trasladan en procesión, hasta la ermita de San Blas mientras los asistentes durante todo el recorrido danzan de cara a las imágenes.
La cuadrilla de danzantes de San Leonardo tiene una larga andadura y se tiene constancia que actuaron en Madrid, en 1932, con motivo de las fiestas de la proclamación de la República. Y en ese mismo año, el 21 de mayo, fue contemplada su exhibición in situ por Federico García Lorca, quien se acercó a nuestra provincia acompañando al ministro de Instrucción Pública. Sólo se han dejado de bailar durante la Guerra Civil y recientemente el año de la pandemia del covid.
Las danzas que se realizan en el interior del templo son once: con palo y castañuela, 'La Fuentecita'. Con palos:' La Venada', 'Leonor', 'La Viña', 'El Fraile', 'Gaspar y Baltasar', 'Sta. Marta', y 'El Caballero'. Con cobertera y palo danzarán el 'Tris, Tris Traina', 'El Altísimo Señor', y 'Al verde'. Todas se sustentan en la melodía de la dulzaina terminando con redoble de tamboril. Este año danzarán Pedro Rupérez, Alejandro Alonso, Mariano Sanz, Ricardo León, Miguel Fernández, Rodrigo Elvira, Eduardo León y Antonio Torres; y los acompañarán los bobos Conrado Rupérez y Sergio García. Ser danzante es un honor para los sanleonardinos y, cuando toca la retirada, el danzante cede su palo normalmente a algún miembro de su familia y si no a alguien a quien considera merecedor de ello. Nos cuenta Miguel Fernández que a él le pasó el palo su hermano mayor, hace casi veinte años, y para él "es un gran orgullo y una responsabilidad ser danzante ya que impone mucho ver la iglesia llena de gente".
¿Cuál es la venada
que por la montiña va?
Es la más morenica.
¿Cuál es la venada,
que por la montiña va?
Es la más morená.
* * *
Cantaba Leonor
al señor San Gil;
la iglesia es pequeña,
como la reducís, Leonor,
cómo redobláis,
redobláis el amor.
* * *
Tengo una viña
en Cantalapiedra;
tengo una mala,
tengo una buena
por podar Policarpo
andar.
* * *
Aquel fraile, aquel,
el de las mangas anchas,
no quiere comer.
Que coma o que no coma!
palo y soga en él.
* * *
Gaspar y Baltasar
tres reyes con Melchor
y Martín de Antón:
zapatero, mondonguero,
albañil y zarragón
es Martín de Antón.
* * *
Santa Marta en Fombellida
en Amusco San Millán;
Trinidad en Villafuerte
y en Castroverde San Juan.
Aquel caballero, madre,
que de mí se enamoró;
habiéndole dado el sí,
¿cómo darémosle el no?
En la ejecución de los tres últimos actos cobra singular importancia la sustitución de uno de los palos por una especie de plancha de madera, la que produce un sonido fuerte y seco al chocar con su semejante, y que recibe el nombre de «cobertera».
Tris, tris, traina,
tiruriru, tiruri,
tiruriruri ti ti ti.
* * *
Altísimo Señor,
que supiste juntar
a un tiempo en el altar
ser cordero y pastor,
confieso, con dolor,
que hice mal en huir
de quien por mí quiso morir
* * *
Al verde, al verde, al verde,
al verde retamar, pulidito andar.
Mi amante duerme
a la sombra de aquel olivar.
Pulidito andar
mi amante duerme.
Adiós, Juan, mozo galán,
Corregidor, lindo señor.