Los abuelos afirman con rotundidad que en la villa de Araúzo de Miel se representa una de las más completas recreaciones de la Semana Santa desde “toda la vida”, lo que equivale a querer decir que su recuerdo va unido a los más antiguos sentimientos religiosos transmitidos generación tras generación. En 1991 se recuperó una antigua tradición, perdida años atrás, con la representación del Vía Crucis Viviente en el monte de El Calvario.
EL DOMINGO DE RAMOS se lleva a cabo la escenificación con la entrada en Jerusalén del “Mesías” a lomos del borriquillo, siendo recibido por los 12 apóstoles, a quienes sigue el pueblo portando sus ramos en procesión alrededor de la Iglesia parroquial de Santa Eulalia de Mérida.
El JUEVES SANTO se desarrollan los oficios religiosos con la escenificación del lavado de pies a los apóstoles.
EL VIERNES SANTO dará comienzo los Santos Oficios a las 18 horas en la iglesia parroquial. Salida de la procesión hasta el monte de El Calvario a las 19 horas. Comienzo del VÍA CRUCIS VIVIENTE a las 19:30 horas en el monte de El Calvario.
El Vía Crucis Viviente cumple su 30º aniversario gracias a una población entregada en conservar y difundir sus tradiciones, junto a unos párrocos y a un Ayuntamiento que han facilitado la organización. La Asociación Cultural El Calvario reanudó la costumbre de realizar la escenificación con actores aficionados “por un día” en el paraje denominado El Calvario. El lugar elegido reúne todos los elementos para que el paisaje facilite un sobrecogedor escenario, cada uno de los pasos del Vía Crucis Viviente dispone de su espacio natural complementado con algunos elementos arquitectónicos que facilitan la ambientación de cada paso. La megafonía instalada para la ocasión permite seguir los acontecimientos de cada una de las estaciones. Sólo se ha suspendido durante los años 2020 y 2021, por razones sanitarias. Nunca ha sido el frío una razón suficiente para su suspensión, ni para que otras personas se desplazasen hasta Araúzo de Miel, llegando a superarse habitualmente los 1.000 asistentes.
Todos los arauceños y visitantes saben que tienen una cita anual, se inicia con la salida en procesión desde la iglesia parroquial de Santa Eulalia de Mérida, a golpe de la tradicional matraca, se dejan las imágenes en la ermita de La Soledad, y al pie del monte El Calvario comienza la escenificación a las 19:30 horas. Hay que probar los tradicionales, originales y únicos en su género “Clavos de Cristo” hechos de exquisito mantecado.
La escenificación cuenta con unas 90 personas, todavía quedan numerosos personajes representados por las mismas personas durante estos 30 años, en otros casos los hijos o nietos han sustituido a los abuelos. La lógica renovación que por edad se produce permite nuevas incorporaciones y aseguran la continuidad. La confección, conservación y mantenimiento de las ropas es una tarea que ocupa a las voluntariosas modistas, quienes muestran año tras año su destreza con la aguja y la plancha. Directa o indirectamente todo el pueblo se implica en alguna tarea y participa según sus habilidades.
El Ministerio de Cultura declaró al Vía Crucis Viviente Patrimonio Cultural Inmaterial (BOE 25-11-2015).
EL DOMINGO DE PASCUA O DE RESURRECCIÓN se escenifica por las calles con una procesión, y culmina con el “Encuentro entre la Virgen y su Hijo” en la plaza Mayor, donde los 12 apóstoles recitan individualmente sus tradicionales poesías. Una singularidad más de la tradición arauceña. Unas típicas y exquisitas rosquillas de Pascua se comparten entre los asistentes al finalizar la Santa Misa.
Araúzo de Miel es un espléndido balcón, una atalaya única, desde donde disfrutar del paisaje de La Ribera del Duero, además de ser una monumental puerta natural de entrada a la sierra de La Demanda y a la Tierra de Pinares. Encontrarás una naturaleza bien conservada, un paisaje espectacular y un paisanaje volcado en recibir con entusiasmo a todos aquellos visitantes que desplacéis a disfrutar de la Semana Santa arauceña.
