Tras un viernes aciago, en el que diversas localidades han visto cómo entraba el agua en sus casas, como es el caso de Salduero, donde su plaza permanecía como una gran balsa unida al río, o las aguas circulaban como si de su cauce se tratara por las calles de Salas de los Infantes, llegaba la mañana del sábado más tranquila y sin lluvias, que dejó paso a la tarde del sábado con abundancia de precipitaciones.
Es de esperar que los niveles de los ríos continúen aumentando las avenidas de agua en el cauce, ya que el desagüe del embalse se hará patente cuando el agua llegue a zonas más bajas de la cuenca.
A las cuatro de la tarde, el Duero a su paso por la capital registraba un caudal de 114,7 metros cúbicos por segundo, si bien el máximo histórico está en los 413, según la Confederación Hidrográfica del Duero.
El agua se ha embalsado en numerosas zonas de Pinar Grande por la crecida del Ebrillos y el agua del embalse de la Cuerda del Pozo.