El vecindario de Vinuesa ha vivido el 16 de agosto más atípico que recuerdan los vecinos. No contar con el rito de La Pinochada era una cuestión que la gente no tenia asimilado, ya que siempre les ha acompañado en esta jornada.
Vecinas que participan en este día de la tradición de La Pinochada han decidido sacar a los balcones los mantones del traje de piñorra, que exhiben todos los años durante el rito, como recuerdo del acto.
La Pinochada, un acto singular que atrae a centenares de personas para descubrir este ritual declarado de Interés Turístico Regional y que se celebra con motivo de las fiestas de la Virgen del Pino y de San Roque.
Este año, esta impresionante estampa donde se entremezclan los verdes de los pinochos y los rojos y negros de los trajes de piñorra,no ha podido verse por la suspensión de las fiestas y tendrá que ser al año que viene cuando vuelva a llenar-se la plaza con este especial rito donde las mujeres son las protagonistas, primero recorriendo desde la ermita de La Soledad a la plaza mayor, cual el mejor de los ejércitos y después, ocupando la plaza para llevar a cabo el momento principal de la Pinochada.
Allí, dispuestas a modo de círculo,se realiza un simulacro de combate entre la cofradía de San Roque, (los solteros), y la Cofradía del Pino, (los casados). Los hombres, tras dar varias vueltas a la plaza, y con el mayo presenciando la escena, representan el combate donde salen victoriosos los casados y es en ese momento cuando entran en acción las mujeres armadas con sus pinochos. Tras ese instante, las visontinas comienzan a pegar con sus pinochos a todos. La Pinochada en Vinuesa es el acto más popular de las fiestas.
