Daniel Fernández Andrés arranca esta quincena de julio su primer trabajo en la hostelería, en el restaurante El Chun-Chun del complejo Fuente del Botón de Navaleno. Será compañera en faenas de barra, comedor y terraza de Alba Gil Acero, quien ya tabajó el pasado verano en una terraza de un bar-restaurante de la población. Ambos, a las órdenes de Mario, se encuentran ilusionados con esta nueva tarea en la que van a pasar su tiempo de descanso del curso escolar.
Daniel, de 21 años, estudia en Soria, en el Centro Virgen del Espino, con la formación en TAFAD. La vertiente deportiva quiere que forme parte de su futuro y este verano comprobará si la hostelería no está tan lejos del deporte. Alba, de 24 años, se está formando en Ciencias de la Educación, en el Campus Duques de Soria de la UVA, y está muy implicada en la vida de Navaleno. Tiene un don de gentes especial, y se mueve muy bien el servicio de barra y terraza.
Siguiendo la carretera nacional 234, y unos kilómetros más allá, en el polígono de Cabrejas del PInar, tiene Santiago De Miguel Sanz el trabajo veraniego, en las instalaciones de MaderapinoSoria, empresa familiar. “Estoy encantado de poder ayudar a la empresa familiar y ayudar en lo que hacen como el diseño de cubiertas, mecanizado de piezas,,,, me parece muy interesante el trabajo que aquí realizan. Durante unos días, Santiago Roque ha estado aprendiendo en Asturias el funcionamiento de un programa de diseño de estructuras de madera. A punto de cumplir los 21 años, estudia Biología en Madrid “y la parte de control ambiental de Maderas MiBA en Casarejos, sí es más afín a lo que yo estudio”.
SOCORRIDOS SOCORRISTAS Uno de los sectores donde más oferta de empleo se encuentra en los meses de verano en la comarca de Pinares es en las piscinas municipales. La mayoría de los pueblos tienen piscina y, por obligación, se requieren al menos uno o dos socorristas que vigilen la seguridad de los bañistas. En este sector, los jóvenes son líderes en ocupar estos puestos. Ejemplo de ello lo descubrimos en los socorristas de las piscinas de Duruelo de la Sierra, donde Jesús San Juan Celorrio, de 25 años, y Paula Ordóñez Casas, de 20, son este verano los encargados de velar por la seguridad de estas piscinas municipales.
Para Jesús, éste es el primer verano que trabaja en Duruelo, aunque “ya había trabajado también como socorrista en las piscinas de mi pueblo, Navaleno, y también en Ucero. Durante el año estudio Aparejadores y ahora me he sacado un Máster de profesorado para presentarme a las oposiciones al año que viene”, señala el pinariego, apuntando que “en estos meses, con la gran afluencia de gente que viene a visitar la zona, sí que hay gran oferta de empleo en hostelería, por ejemplo. Lo malo es que el resto del año es muy difícil encontrar trabajo para nosotros los jóvenes”.
Para Paula sí que es éste el primer verano trabajando y es en su pueblo donde ha tenido la suerte de encontrar este puesto para los meses de verano. Ella completa el año también estudiando, en su caso estudia en Palencia la carrera de Magisterio por Educación Física. “En el sector de las piscinas es más fácil encontrar trabajo para nosotros los jóvenes, ya que no hay mucha gente que tenga el titulo de socorrista”, concluyen los pinariegos. Pedro Izquierdo Cámara (3 de mayo de 1987) nació con un don. La música llegó a su vida cuando tenía sólo diez años. Fue una amor a primera vista. Un amor incondicional que ha sobrevivido a lo largo de los años haciéndose más bonito e intenso. Su primer instrumento fue la guitarra española. Después. Después aprendería a tocar también la flauta de pico, el clarinete, la tuba, el helicón y el saxofón. “Adoro este instrumento. Estamos hechos el uno para el otro, esa es la verdad. Estoy progresando muy rápido y lo cierto es que toco temas realmente increíbles”.
PEDRO, DE SALAS A COVALEDA Desde muy jovencito, comenzó a trabajar en tareas de mantenimiento en el Ayuntamiento de Salas de los Infantes. Pedro siempre fue un chaval muy responsable, a pesar de que le costaba un poquito más que a los demás aprender a vivir En los últimos años, ha sido mano derecha de su madre en la gestión del albergue de Covaleda. su pasión siempre fue la música.
Desde 2010, ha dedicado los veranos al “charangueo” a un nivel realmente profesional. “Empecé con los chones en el año 2010. Entonces tocaba el Helicón. Después he estado en multitud de charangas. Algunas realmente importantes. He tocado con Extraperlo, Relamido, Sobrinos del Cid o la abulense Meneito de Arévalo. Ha sido un orgullo estar en todas ellas. Este es mi mundo. Hago realmente lo que me hace feliz. He vivido momentos intensos y maravillosos en algunas de las mejores fiestas de España. Por ambiente me quedó sin duda alguna con los sanjuanes de Soria. Es una fiesta brutal, realmente fantástica. Pero también me quedo con las fiestas de los pueblos de pinares. Creo que he estado en casi todas y siempre me han tratado fenomenal. Tenemos un ambiente cojonudo en nuestros pueblos y sus fiestas.
Pedro reconoce que no se puede vivir del “Charangueo” pero si es un plus económico que le viene muy bien. Lo cierto es que Pedro es un músico cotizado ya que su destreza con el Helicón y con el saxofón es magnífica. Eso le permite tocar durante más tiempo en la temporada estival. “Tengo mucha experiencia y donde doy siempre el máximo de mí. Dejo muy buenos amigos y sensaciones. Por eso me suelen llamar pronto para cubrir la época estival. Así, tocó en muchas más fiestas y también durante mucho más tiempo. Mi vida es y sigue siendo el charangueo y de momento no tengo intención de cambiar nada. Soy muy feliz haciendo lo que mejor se hacer, que no es otra cosa que tocar”.
Varios son los jóvenes en la zona que se están encargando de las tareas de limpieza de calles, puesta a punto de instalaciones, información en oficinas de turismo, monitores y guías, sustitución de sanitarios en centros de salud o docentes en programas de verano dirigidos a los alumnos de centros educativos.