La localidad de Vinuesa revive, un año más, sus fiestas en honor a Santa Inés. Desde la cofradía homónima han organizado diferentes actos para el 20 y el 21 de enero.
El lunes 20, vísperas de Santa Inés, los hermanos se reúnen y celebran la tradicional cena de hermandad que corre a cargo, como marca la tradición, de los mayordmos, quienes además presiden los actos junto al cura del pueblo.
Los mayordomos este año son dos hermanas, Maria Angeles y María Inés Benzua, que residen en Logroño. El menú de la cena se mantiene intacto como cada año y consta de tortillas de patatas y chorizo asado como plato principal y después se degustan unas pastas acompañadas por fruta y café. Tras la cena, junto al grupo de gaiteros, se recorre en ronda el pueblo con la música como principal acompañante.
El día 21, día de Santa Ines, misa a las 12.30 y posterior adoración. Después de la celebración eucarística, se celebra un cabildo, presidido por los mayordomos y el cura y se brinda junto con los hermanos. Posteriormente, vermú por las calles y bares del pueblo y descanso para comer. Ya por la tarde, se celebra un segundo cabildo, que en este caso es de pago y en el cada hermano aporta una cantidad para cubrir los gastos que ham acarreado las fiestas y los eventos celebrados durante el invierno.
A su conclusión, se reparten bizcochos y los gaiteros continuarán animando con sus melodías por la tarde. Con este programa se cierran las fiestas de enero en Vinuesa.
En el mes de julio, el primer sábado del mes se celebra la romería en en caserío. El Caserío de Santa inés acoge la fiesta amual en honor a la patrona que da nombre al núcleo en el que residieron varias familias, y que ahora se encuentra despoblado, con fincas e inmuebles orientados a la crianza del ganado.
SAN BLAS
Con la llegada de los roscos, los vecinos de Vinuesa ya saben que se acerca el día del Patrón de la Garganta, y es que el lunes 3 de febrero se celebra el día de San Blas. Además de las tradicionales ceremonias litúrgicas, en las casas y merenderos se degustan, durante la jornada, los populares roscos con el dulce y la masa. El 3 de febrero, fiesta local, se llevará a cabo la Misa Mayor.
Por otro lado, los vecinos de la localidad realizan, en sus casas, el típico rosco. Los dulces se llevan a la Misa Mayor el 3 de febrero para que sean bendecidos. Estos se dejan en los altares durante la ceremonia y, al finalizar, además de besar la reliquia de San Blas, los cofrades se reúnen para degustar la limonada y los roscos en uno de los locales de la población.