La mortandad de carpas en el embalse de La Cuerda del Pozo podría tener relación con un virus y el efecto de las tormentas. Desde la Confederación Hidrográfica se estudian las causas de la muerte de numerosos peces, que han aparecido en las orillas del embalse durante los últimos días.
Las investigaciones realizadas en embalses de las Comunidades de Madrid, Extremadura y Castilla La Mancha apuntan a la presencia de un virus, que combinado con las tormentas y el descenso del volumen de líquido acumulado, podría tener efectos mortales para los peces.
"La mortandad preocupa a la Junta de Castilla y León", ha expresado hoy el delegado territorial, Manuel López, quien ha garantizado que las aguas del embalse siguen siendo aptas para el baño, mientras se investiga las causas de la muerte de los peces, principalmente carpas.
Sobre la posible presencia de cianobacterias, denunciada por los ecologistas, López Represa, ha indicado que se "habla aventuradamente", en referencia a que faltan datos suficientes para achacar la mortandad a esta causa.
Técnicos de la Junta de Castilla y León continúan con la retirada de los peces muertos. Al parecer, sólo mueren las carpas, dentro de las ocho especies distintas que conviven en las aguas del pantano.
La hipótesis más manejada entre los técnicos, y gente del sector, es la del virus que ataca con éxito a la carpa cuando queda debilitada por el desove y por las fuertes oscilaciones de la temperatura del agua, provocadas por las tormentas y los bruscos cambios meteorológicos.La enfermedad es incurable y sus manifestaciones sintomáticas son la aparición de úlceras en la piel, la congestión de los vasos sanguíneos en la vejiga y la desorbitación de las pupilas.