Germán Martínez Rica
1 de agosto de 2019, 17:11
Lo cierto es que el cementerio de Sad Hill en el Valle de Mirandilla sigue atrayendo la atención de grandes escritores, publicistas y periodistas. Se ha convertido en un lugar icónico en el que todos quieren estar y tener su propia tumba. Desde su resconstrucción y sobre todo desde que se grabó el documental esta zona comprendida entre Contreras, Silos y Carazo está siendo visitada por miles de personas. Es un lugar ideal para recordar la película y también para grabar cortometrajes, largometrajes y como sitio idílico para realizar reportajes fotográficos y audiovisuales.