Gracias a Soria YA, por su esfuerzo y éxito alcanzado el 31 de marzo último en Madrid. Estamos en el cimiento del edificio y hay que asegurarse del firme en el que se asienta. Los políticos son cortoplacistas, están a lo suyo, prometen y no cumplen, dividen a los ciudadanos y, por tanto, no se les debe esperar. La iniciativa de exigencias (no lamentaciones ni ruegos), necesita partir desde una Plataforma Reivindicativa de ámbito nacional, dotada de personalidad jurídica y financiada por las Corporaciones Locales afectadas, por las Diputaciones y admitiendo cuotas o aportaciones voluntarias de empresas rurales, cooperantes, etc. El camino es largo y arduo, requiere de estudios y planteamientos serios, basados en las necesidades reales y en las posibilidades de desarrollo que ofrece cada comarca. Quien necesita, busca y lucha. No espera.
El mapa nacional actual, descrito de forma gráfica y entendible por todos los mortales, es equiparable a una tortilla de huevo y cebolla. Si en su elaboración no se le da la vuelta, termina quemándose y deja de ser comestible. Pues bien, llevamos 60 años haciendo política de despoblación rural y hacinando a la especie humana en grandes urbes, como si de explotaciones ganaderas intensivas se tratase, buscando siempre mayor rentabilidad y, a pesar de las inversiones en obras multimillonarias y faraónicas en las grandes ciudades, éstas resultan insanas e incómodas. Es decir, la tortilla se nos está quemando y hay que darle la vuelta para conseguir una España habitable, equilibrada, justa, coherente y con una -calidad de vida adecuada- que, en el fondo, es la aspiración suprema de la inmensa mayoría.
Ocurre que el avance tecnológico del momento, nos facilita el camino para esa necesaria REVERSION que nos proponemos a medio y largo plazo. De igual manera que desde la Comarca de Pinares se exporta piedra elaborada a Estados Unidos, Japón, Inglaterra, etc. o en tres días nos llegan a casa productos de China; no resulta difícil instalar industrias u otras fuentes de riqueza en cualquier lugar del mundo rural. Aprovechemos este momento coyuntural y encaucemos a quienes ejercen la política, de abajo arriba y de arriba abajo, hacia un proyecto nacional de equilibrio y más humano.
Por todo ello, sugiero a Soria YA, que se constituya en esa Plataforma Reivindicativa antes referida, que no baje la guardia, que mantenga siempre el protagonismo a base de bombardear a los Poderes Públicos con propuestas, planes o proyectos ambiciosos que les obliguen a pronunciarse. La exigencia de la población rural, debidamente organizada y potenciada, debe permanecer viva y activa.
En ese supuesto PACTO DE ESTADO, que algunos políticos barajan, se hace necesario que salgan respuestas a los planteamientos y reivindicaciones previamente presentadas por la Plataforma y no caer en la burocracia sin fin, a base de estudios técnicos y comisiones, como es habitual en sede parlamentaria. En las citadas peticiones reivindicativas y siguiendo un orden de prioridades, no deberían faltar las siguientes: Planificación del nuevo emplazamiento de industrias y otras fuentes de riqueza en el espacio rural. Dotar del servicio de Internet a todo el territorio nacional. Aplicar exenciones contributivas y dar facilidades a toda iniciativa industrial o comercial. Invertir en infraestructuras que faciliten la fluidez en las vías de comunicación. Dotar, en condiciones de igualdad, todos los servicios públicos, incluidos los municipios más reducidos en habitantes. Etc. etc.
La alarma está sonando y el camino es dificultoso. Urge empezar con la energía demandada el día 31 en Madrid. La desigualdad y la insolidaridad que sufrimos, así lo requieren.
Vilviestre del Pinar. Fdº. Julián Chapero Vicente.