El coronavirus está cambian-do los hábitos de consumo. Desde que comenzó la pandemia las medidas de sanitarias sumadas a las continuas restricciones de movilidad están obligando a los consumidores a alterar el contenido de la cesta de la compra y también la manera en que se realizan esas compras. Las carnicerías de pueblo, las de toda la vida, no son ajenas a este cambio en los hábitos de consumo. Hablamos de negocios familiares generacionales que siempre han ofrecido la máxima calidad en sus productos y la atención más profesional, cercana amable. Sin embargo, el reto del covid 19 les está obligando a acelerar su presencia real en Internet para adaptarse a un cliente que se renueva cada día.
Federico Martínez Rojo fue el precursor de una de las carnicerías más queridas, respetadas y valoradas en Salas de los Infantes. Después, a partir de los años sesenta, Rufi y Domingo regentarían él negocio familiar. En la actuali dad son Federico Martínez y Gloria Camarero los que siguen al pie del cañón trabajando en el Mercado de Abastos con la misma honestidad y el mismo cariño que sus antepasados “Nosotros seguimos igual, ofreciendo la máxima calidad y la mejor atención y servicio. Sin embargo, el Covid está poniendo muy complicadas las cosas. La primera ola fue nefasta para nosotros. La gente no se atrevía a salir de casa para comprar y muchos de nuestros clientes de otros pueblos tenían pánico de bajar a Salas. Los gastos se mantuvieron, pero los ingresos mermaron.
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El verano sin embargo fue excepcional. Sobre todo el mes de agosto. La gente quería salir, disfrutar y gastar siguiendo lógicamente todas las medidas de seguridad. Y ahora, de nuevo, hemos vuelto al temor por salir y comprar. Y eso se nota en nuestro negocio y en el de los demás. Es una cadena que afecta al ocio, a la cultura y lógicamente al comercio y a la hostelería. Si la gente no sale y no se mueve nosotros no podemos vender. Salas muchos días es un pueblo fantasma en el que apenas hay gente “Por esto también hemos tenido que buscar nuevas fórmulas de venta de nuestros productos. Sabemos que existe ese enorme temor por salir y comprar y por eso nos hemos adaptado al cliente. Ahora pueden llamarnos por teléfono para realizar sus pedidos nosotros se los preparamos con todo el cariño del mundo para llevárselo después a sus hogares. Por que seguimos creyendo en el trato de toda la vida y finaliza Gloria Camarero .
Javier y Germán Conde son la cuarta generación de una empresa familiar de carniceros. Una pequeña compañía que decidió invertir apostar por ampliar el negocio entrando de lleno en el universo de la alimentación y el autoservicio. Abrieron así su tienda Próxim en el Polígono el Majano de Quintanar de la Sierra, pueblo donde tienen también su carnicería de toda la vida. Y todo para ofrecer los mejores productos cárnicos y de alimentación, fruta, verdura, bebidas y menaje. Es una compañía que apuesta además por los encargos y por el reparto en la zona de Pinares, Burgos, Soria y Logroño. También realizan envíos a toda la península. Cuentan con embutidos propios de la máxima calidad y están especializados en la cecina de vaca y en el jamón serrano.
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También se han especializado en una amplia gama de productos Gourmet como la codorniz escabechada, los torreznos, el chorizo en aceite de Soria o la morcilla de Burgos. “Si es cierto que el consumidor está cambiando su forma de comprar, sobre todo la gente más mayor. Cómo es lógico, tienen mucho miedo a salir de casa para hacerlas compras diarias. También es verdad que estamos notan-do mucho la venta al sector dela hostelería, uno de los gran-des perjudicados por las medidas para luchar contra el coronavirus. Donde hemos mejorado de forma importante es en el servicio a domicilio. La gente, por lo general, y nos conoce y prefiere contactar con nosotros para que les elaboremos y llevemos los pedidos a sus casas. También hemos notado una fuerte subida en ventas de nuestros jamones serranos e ibéricos, explica Javier Conde.
El verano sin em
