Tras un bonito homenaje del club local a la Comunidad Valenciana previo al encuentro, el primer asalto fue celeste. El equipo soriano saltó mejor a la cancha y no tardó en hacer la primera renta favorable importante (10-5). El tiempo muerto del técnico visitante ayudó a los suyos a meterse en el parcial (15-14), pero la inspiración de Olalla y Cunha en ataque iba a ser determinante, mientras que el bagaje ofensivo valenciano caía radicalmente para estancarse (25-16).
La segunda manga, por el contrario, tendría color valenciano. Los ajustes de Dreyer iban a dar buen resultado, a pesar del 7-4 inicial. De hecho, la reacción visitante cristalizaba con 10-11, y no se iba a detener pese a los tiempos muertos solicitados por Alberto Toribio. El cuadro soriano sufría ante el buen hacer de los sacadores de Léleman Conqueridor, y ni la anotación de Cunha ni la aparición del bloqueo lograron contrarrestar el acierto de Pernambuco y Calazans en las bandas visitantes, que iba a ir abriendo hueco en el marcador (14-18). Los sorianos se acercaron con 17-19, pero un nuevo atasco ofensivo decantaba la balanza para Conqueridor (20-25).
En el tercer set, el nivel de juego de unos y otros se elevó de forma importante. El juego entraba en una fase de gran espectacularidad, plasticidad y emoción. Ambos equipos vendían caro cada punto y la igualdad del marcador daba emoción al duelo (10-10). A diferencia de lo visto en los juegos anteriores, en esta ocasión las alternativas llegaban al marcador, pasando del 12-16 al 20-19, cuando Grupo Herce Soria puso una marcha más y mejor acierto en saque, para llevarse la manga por 25-22.
Los sorianos iban a tener el control del juego en el cuarto set hasta el 13-10, que forzaba el tiempo muerto de Dreyer. Con 2-1 en el marcador general y la ventaja en el electrónico del set, todo parecía discurrir de forma favorable para los intereses celestes, pero Dreyer seguía buscando soluciones en el banquillo y encontrando rendimientos. Si Funes o Calazans ya habían dado alternativas al técnico visitante, la entrada de Serrano por De Carvalho también iba a sorprender al cuadro soriano. En un escenario de máxima igualdad, cada aspecto del juego se tornaba clave. Por otro lado, las decisiones arbitrales empezaban a adquirir demasiada importancia en el juego, y el cuadro valenciano sería el que mejor iba a adaptarse al escenario del set, logrando dar la vuelta al marcador (22-25).
El tie-break fue una especie de prolongación de la manga anterior. Los valencianos, que seguían fuertes en saque y demoledores en ataque, parecían haber dado con la clave para maniatar al bando soriano, que incapaz de mantener el nivel ofensivo, se veía incapaz de dar respuesta a su contrincante. Funes, en un gran final de set, encarrilaba la victoria final (10-15) del equipo visitante.
