miércoles. 26.06.2024
Macu y su equipo se trasladan a las Piscinas municipales de Palacios de la Sierra.

Si llevar un negocio resulta complicado, hacerlo en Pinares lo es aún más. La despoblación y la falta de gente en invierno hace que las personas no aguanten llevando una tienda, un bar o un restaurante ya que no saben cómo afrontarlo. A pesar de ello, también hay quienes, en esta zona rural, son ejemplo de que, con trabajo duro y constancia se puede sacar un establecimiento adelante.

Inmaculada de Pedro, comúnmente conocida como “Macu”, serrana y canicosa, cocina desde hace treinta y cinco años. Son varios los negocios que ha llevado, junto a su familia, en la comarca de Pinares: el bar de su suegra (donde empezó), la Casa Rural del Médico en Regumiel de la Sierra; el Comunero de Revenga y, en 2012, se quedó con el Bar Restaurante Camping Arlanza en Quintanar de la Sierra.

Su trabajo se ve reflejado en el reconocimiento por parte de los cientos de comensales que acuden a disfrutar de sus platos. Siempre ha apostado por productos de calidad y una gastronomía típica y casera a la vez que amplia. El tradicional ajo carretero y la caldereta popular, las carnes y pescados, el picoteo marcado por sus torreznos, patatas bravas o revueltos, son algunos de los platos que se pueden encontrar en carta. Además de un menú disponible todos los días del año a un precio asequible.

En la cocina de Macu siempre se apuesta por la comida casera. 

Cuando Macu empezó su aventura en el Camping hace doce años, el establecimiento no solo estaba cerrado, sino que tuvieron que trabajar día y noche en su restauración, ya que se encontraba en pésimas condiciones, asegura Inmaculada. Invirtieron muchas horas y dinero para conseguir acondicionarlo y crear lo que es hoy el Restaurante Camping Arlanza. Desde entonces, han sido muchas las vivencias experimentadas, tanto buenas como malas.

En el año 2015 se produjo un incendio intencionado que redujo el restaurante a cenizas, lo que supuso un punto de inflexión en el negocio, lo perdieron todo. Sin embargo, con esfuerzo y optimismo trabajaron en la reforma, junto a los albañiles contratados por el Ayuntamiento de Quintanar, para sacar adelante el negocio. Un empeño y determinación que, a posteriori, no se tomó en consideración económicamente hablando. “A pesar de que no se tuviera en cuenta a la hora del alquiler y la adjudicación del camping, estos años trabajados sí han supuesto una compensación y satisfacción a nivel personal”, comenta Macu.

 NUEVOS COMIENZOS

Macu, familia y el equipo que le ha acompañado siempre han dicho adiós este miércoles 5 al que ha sido su hogar y negocio durante mucho tiempo, el Restaurante Camping Arlanza. Pero esto no acaba aquí, se trasladan a las piscinas de Palacios de la Sierra con mucha ilusión y ganas de trabajar. La idea principal es que el recinto, que incluye las piscinas y el bar, abra sus puertas este mes de junio y ofrezca también servicio el resto del año. “Nuestra línea de trabajo será la misma que hasta ahora, funcionaremos como bar y restaurante, con comida casera, menús del día, raciones…”, concluye Macu.

Después de doce años, Macu y su equipo de despiden del Restaurante Camping Arlanza