domingo. 24.11.2024

Bichos

“Decidimos pasar el día en la naturaleza, ver ardillas, quizá alguna seta temprana…”

Los minirrelatos de Patty
Los minirrelatos de Patty

El pasado fin de semana salimos toda la familia a dar un paseo por el campo. Decidimos pasar el día en la naturaleza, ver ardillas, quizá alguna seta temprana, bichos varios, árboles y flores.

A los niños les encanta, porque pueden correr y saltar, jugar sin preocupaciones, y solemos hacerlo de vez en cuando. Al pequeño de mis hijos, para mi desgracia, le encantan en particular los insectos. Cuando le preguntas qué quiere para su cumpleaños o para reyes, invariablemente te responde que un terrario para llenarlo de bichos. Me muero. No meto uno de esos en casa ni loca, me dan pavor. Así que le suelto la típica frase de madre de “en tu casa harás lo que tú quieras, aquí bichos no”. Y le planto un libro bien envuelto con su lazo y todo.

Cuando llegamos allí, lo primero que hizo fue sacar sus botes de cristal y empezar a llenarlos de bichos, de hojas, algún fruto de los árboles que encontraba por ahí… Él no encierra a los bichos en sus botes, los mete un ratito sin cerrar la tapa, los observa un buen rato y luego los deja de nuevo libres.

Bueno, el caso es que el otro día ya nos disponíamos a comer, habíamos estado picoteando frutos secos, patatas fritas… y sacábamos nuestros bocadillos cuando mi hija mayor nos dijo: “mamá, el enano se está hinchando”.

Y así era. De repente tenía la cara inflamadísima, y estaba como adormilado, las manos también se le habían hinchado y sus deditos parecían pequeños choricitos.

Recogimos nuestras cosas todo lo rápido que los nervios nos dejaron y volamos a urgencias. Después de varias horas de espera, pruebas y nervios, nos confirmaron que había sido una reacción alérgica a la picadura de algún insecto.

Sentí alivio al saber que no había sido grave, pero me dio como una pena inmensa por él. Resulta que lo que más le gusta le puede producir alergia. Lo ha entendido, y jura y promete que tendrá mucho cuidado y no los tocará, pero yo le conozco y sé qué no será la primera visita al hospital por este motivo.

Eso sí, parece que definitivamente el terrario no entrará en casa. ¡Cachis! Ahora que ya casi tenía convencidos a los Reyes Magos…

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