jueves. 21.11.2024

El Chef

Aquella mañana de sábado, el servicio prometía ser especialmente duro

Los minirrelatos de Patty
Los minirrelatos de Patty

Ana se empezaba a arrepentir de haber aceptado aquellas prácticas de cocina, junto a un prestigioso chef que, en su opinión, no era más que un ególatra pretencioso sin excesivo talento, pero con mucha suerte. Siempre le tocaba encargarse del trabajo más duro: fregar, recoger el restaurante al final del servicio, ir a la compra… y en pocas ocasiones podía realmente aprender de aquel chef, que gritaba a todos pero no escuchaba a nadie.

Aquel día, el servicio prometía ser especialmente duro, con cambios en la carta y las reservas agotadas, pensaba Ana, cobijada en su abrigo, bajo la bruma londinense.

Pero al llegar al restaurante, el ambiente no era el de siempre. Las caras largas y malhumoradas se habían convertidos en caras de preocupación. Los becarios preparaban salsas y postres, mientras que los cocineros habituales organizaban los productos y los pedidos que iban llegando. Se acercaba peligrosamente la hora de comenzar el servicio, y la cocina era un auténtico caos.

Tanto el chef como el jefe de cocina habían enfermado, precisamente por una intoxicación alimentaria y, aunque los cocineros estaban sobradamente preparados, la organización y la voz de mando no eran lo suyo. Ninguno se atrevía a coger las riendas, por miedo a las consecuencias si algo salía mal.

Ana se anudó el delantal más fuerte que de costumbre. Aquel caos le resultaba insoportable. Sin apenas darse cuenta, empezó a hablar cada vez más alto: “tú aquí, tú prepara los postres, tú los primeros, tú….”. No supo en qué momento todos la buscaban para consultar y confirmar los platos o las medidas de alguna salsa.

Cuando se quitó el gorro, estaba exhausta, pero satisfecha. El servicio había ido rodado, todo había fluido con facilidad. Sonreía de oreja a oreja camino a la residencia donde se hospedaba, feliz de haberlo logrado.

En aquel momento, su móvil empezó a sonar, mientras el nombre del chef se encendía en su pantalla…

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