La Coordinadora provincial Burgos Enraíza y la coordinadora estatal de La Revuelta de la España Vaciada han mostrado su solidaridad con el pueblo ucraniano "en estos momentos difíciles de guerra y su más firme condena al ataque del ejército ruso contra Ucrania, dirigido por el Gobierno ruso".
Las plataformas de la Coordinadora se ofrecen para ayudar en la acogida de aquellos desplazados ucranianos que ya estén en España y no puedan volver y, por supuesto, a quienes hayan tenido que huir de la guerra y se vean en la necesidad de buscar una vivienda para sus familias y trabajo lejos de su país.
Los pueblos de la España vaciada “son solidarios y son fuente de vida en comunidad. por eso, pueden ser un buen hogar de acogida para quienes en estos momentos necesitan uno”. Consideran que la población de Ucrania, afectada por los desplazamientos, debe ser atendida en unas condiciones dignas, por lo que “es imprescindible la solidaridad de todos los pueblos de Europa, las instituciones y la sociedad civil”. Las plataformas de La España Vaciada ofrecen su colaboración para que aquellas personas de Ucrania forzadas a abandonar su hogar cuenten con un lugar donde poder rehacer sus vidas.
Naciones Unidas ha calculado que el número de desplazados ucranianos desde el inicio de la guerra ya supera el medio millón (aunque esta cifra va en aumento) de una población total de 44 millones de ciudadanos. La gran afluencia de personas refugiadas de la guerra hacia Europa no debe traducirse en campos de refugiados masificados, que no permiten unas condiciones de vida digna y que no contribuyen a la estabilidad ni a la paz y el equilibrio emocional de las personas que los habitan.
Los colectivos de La España Vaciada transmiten que ante estas circunstancias y con la Unión Europea volcada en la acogida de refugiados de guerra procedentes de Ucrania, que “es más beneficioso ofrecer hogares, en vez de casas; vecinos, en vez de desconocidos; pueblos, en lugar de casetas de obra temporales; ríos, árboles y aire puro, en lugar de campamentos deshumanizados y sin alma”. Valoran que los pueblos, vaciados por las circunstancias demográficas españolas, “podrían servir de refugio temporal o definitivo para miles de personas, que en estos momentos necesitan de la mano amiga de los países europeos”. Por este motivo, urgen a las administraciones y organismos públicos a “que adopten las medidas necesarias para agilizar los trámites de acogida, que posibiliten una mejora en las condiciones de esta población afectada”.