viernes. 22.11.2024

Recordando al gran empresario Ruperto Casanueva, el gran gestor de los Quesos Sierra de Lara

La gran escritora francesa George Sand acertó de pleno al afirmar que el recuerdo es el perfume del alma. Sin recuerdos no hay sonrisas y tampoco lágrimas. Sin recuerdos somos almas en pena que vagamos sin conocer de dónde venimos y a dónde podríamos ir. Yo vivo intensamente mis recuerdos. Plenamente consciente de que quedaron atrás y ya jamás podrán formar parte de mi vida y mis sueños en el presente. Aun así, mis recuerdos suelen estar íntimamente unidos a los de mi madre. Para bien o para mal tenemos almas gemelas que suelen transitar los mismos caminos y a veces a la misma velocidad. Mi madre es como una enciclopedia de los recuerdos. Su memoria prodigiosa lo guarda todo. Los nombres, los momentos, las palabras, las emociones y también los sentimientos. Pues bien, hace apenas una semana leía en Diario de Burgos un buen artículo (que recomiendo leer) del 16 de agosto firmado con las iniciales P.C.P que informaba sobre la venta de la empresa Sierra de Lara, la última gran quesería de la Demanda situada en Salas de los Infantes. En el artículo se desgranaba que su fundador fue Ruperto Casanueva, natural de la localidad cántabra de Arnuero que antes se estableció en la localidad alavesa de Izarra donde fue el pionero en la fabricación de queso industrial. Después serían sus hijos los que junto al patriarca se establecerían en los años 90 en la ciudad del Arlanza. En sus más que exitosos primeros años llegaron a contar con un rebaño con más de 1000 cabezas y a elaborar unas 70 toneladas de un producto exquisito que distribuían en Burgos, Navarra y el País Vasco. Al conocer la noticia, lo primero que hice fue preguntar a mi madre por la familia y sobre todo por el patriarca, ya fallecido, Ruperto Casanova. Ella me habló de un hombre sencillo, honesto, abierto, agradable, sensato, cercano y muy humano. Un auténtico empresario a la antigua usanza. De esos de agarrón de manos firme y semblante sereno. Un comercial que ofrecía quesos que destacan por su sabor, suavidad, personalidad, textura, equilibrio y fuerza. Pues bien, la explotación ganadera ya está a la venta en varios portales de internet. Hablamos de una parcela de 15 hectáreas que cuenta con una nave de 3.780 metros cuadrados equipada para la explotación de ganado ovino que tiene además diversas estancias. Del mismo modo también hay varias construcciones auxiliares, la fábrica de quesos, un vivienda anexa y otra a reformar. Espero y deseo de todo corazón que algún emprendedor o empresario se anime a hacerse con la que era una de las mejores queserías del norte de España. De forma que el gran legado dejado por Ruperto Casanueva y sus hijos no caiga en el olvido.

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FINCA DE LA VIÑA
La Finca de la Viña en la que se elaboraban los famosos Quesos Tierra de Lara.
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