viernes. 22.11.2024

Y llega el otoño

 Pasear por entre guiños de sol y sombras alargadas de los pinos cuando el otoño tiñe de amarillo y cobre las hayas,
los helechos, los robles y matorrales es un regalo para los sentidos y un sosiego luminoso para el alma. Me gusta abarcar con la mirada el alto pinar y contemplar los claros de cielo entre los montes que rayan el horizonte. Escucho el rumor de los arroyos y los cencerros de las vacas que pastan despreocupadas y ociosas en los prados mientras algún pájaro me anuncia su presencia. Agazapados en los valles y laderas los pueblos siembran bajo los tejados una vida menguada y envejecida. Este entramado de vidas, la exuberante del pinar y la de sus vecinos, caminan en direcciones opuestas. La riqueza forestal que acabo de contemplar no trasciende en un desarrollo rural sostenible. Cuando paseo la mirada por entre las calles del pueblo la vida del pinar contrasta con el vacío de las casas cerradas de los veraneantes y con la ausencia del griterío infantil. Una población añosa mantiene el aliento de estas pequeñas poblaciones que, además de la crisis, han soportado durante demasiados años la total desidia de nuestra clase política. Leo que el Bosque Modelo Urbión (al que debemos pertenecer) es la masa boscosa más extensa de la península Ibérica con una superficie de 100.000 hectáreas entre las provincias de Burgos y Soria. Me resulta difícil separar los bosques de la gente que los mantiene. Como ignorante en temas de desarrollo rural sostenible busco respuesta a los acrónimos que dan nombre a Asociaciones que se definen como valedoras de la gestión de los pinares tan vitales en el mantenimiento de los pueblos: AGALSA, LEADERCAL, ASOPIVA, PAC…. Añado otras denominaciones: PARQUE NATURAL DE LAS LAGUNAS GLACIARES DE NEILA, DIPUTACION PROVINCIAL, JUNTA DE CASTILLA LEON… Detrás de cada titular existen unas personas que habitualmente se sientan a debatir en sendas mesas unos asuntos ajenos, muchas veces, a las preocupaciones sociales de los pueblos. Se formulan nuevas leyes que impiden, en ocasiones, realizar actividades sin despachar previamente numerosos papeles previstos por los leguleyos de turno. Es posible que no existan soluciones que remedien la paralización del desarrollo forestal y mi enfado surja como resultado de un sentimiento irracional. O sea, que los señores que ocupan las sillas y mesas del debate no puedan encontrar soluciones a la despoblación de la tierra de pinares. Pues como dice el refrán: “Para este viaje no hacen falta alforjas”. Será necesario encontrar nuevas ventanas para ver si entra la luz que ilumine este viaje de una masa forestal que ahora escribe su futuro en la negritud del desamparo. Esta queja se une a los ayuntamientos que esperan una mayor colaboración de la Junta de Castilla León en esta lucha por la regeneración económica de la masa forestal que nos cobija. ¿Una entelequia? Quizá. “Yo voy soñando caminos/ de la tarde. Las colinas/ doradas, los verdes pinos/ ¿Adonde el camino irá? “Antonio Machado.
Y llega el otoño