Desde este mes de mayo, ha vuelto la pesca a Las Lagunas de Neila. Es una esperada práctica, de la que los aficionados se han visto privados en estas últimas temporadas, pese a las solicitudes continuadas desde el Ayuntamiento de Neila. Sin embargo, esa permisividad no se extiende a todas las Lagunas, limitándose a La Laguna Brava, ni tampoco a todos los que gustan de la pesca en general, ya que se limita a tres permisos diarios, con la posibilidad de capturar tres truchas.
“Nos gustaría que se extendiera a las otras lagunas”, comenta el alcalde, Maxi Rubio, quien recuerda que la acción supone un experimento en el marco de la necesidad de dotar de una mayor actividad a los visitantes que llegan a esta zona. “Ya que sólo con admirar el paisaje no basta, y hay que proporcionar más alicientes”, indica el edil que quiere que continúe la demanda en la nueva legislatura y con los nuevos representantes.
La propuesta de recuperar el coto de pesca ha contado con la colaboración de la Asociación de Pesca Pinares, nos comenta con orgullo Luis Alberto Simón, Luisal, quien insiste en que la pesca en la Laguna Brava está controlada y vigilada “ya que se han colocado cámaras para evitar la actuación de los furtivos, y la guardería controla los movimientos”.
Con esta recuperación, y por parte de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, se busca obtener datos fehacientes de la evolución en la población piscícola en estas Lagunas ubicadas en la zona de un nacedero de río, pero que a la vez es distinto a lo que conocemos con lo del arranque de los ríos, según remarca Maxi Rubio
Unas 300 truchas, procedentes de una piscifactoría en la provincia de León, se han echado a las aguas de La Brava, a fin de poder ser capturadas en este sistema piloto para conocer la aceptación que puede tener entre los aficionados del entorno y otros lugares.
Entre 1969 y 1972 se desarrolló un proyecto de transformación del complejo glaciar para su uso turístico y de pesca intensiva. Hubo alteración de morrenas, desmontes, creación de diques y construcción de caminos en un entorno hasta entonces muy poco transitado. Era habitual ver pescar en estos parajes sin muchas cortapisas, y con abundantes capturas.
La Asociación de Pesca Pinares ha colaborado con las labores de muestreo que se realizan en ríos de la comarca por parte de la Junta de Castilla y León para ayudar a recuperar especies piscícolas autónomas, como la trucha común.Agentes forestales, técnicos e integrantes de la han realizado los trabajos en el río Duero, dentro del coto de pesca de Covaleda, en tramos del trayecto comprendido entre El Puente de Soria y Puente de Arroyo Mojón, y en aguas del Río Revinuesa, en el término visontino