Los sueños sólo se realizan si se persiguen mientras uno está despierto. En julio de 2008, el entonces presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, llegaba al Comunero de Revenga para inaugurar la Casa de la Madera. En aquel momento, esta novedosa y ambiciosa infraestructura, era una iniciativa pionera en España. Un reto maravilloso que pretendía dinamizar la comarca de poniendo en valor uno de los espacios forestales mejor conservados de toda Europa. Estamos hablando de una infraestructura que perseguía que el Monte de Revenga fuera un lugar emblemático a nivel nacional donde poder proyectar la importancia de la naturaleza, de los bosques y de un lugar único en el mundo.
Y es que en 1481 las villas de Quintanar, Regumiel y Canicosa acordaban un encuentro anual donde se transfería el mandato para el año siguiente. Así el ayuntamiento capitulante debía rendir cuentas además de gestionar y organizar la feria. Ya entonces era un encuentro donde se comerciaba con ganado y donde había baile y fiesta tradicional. Se bebía, se comía y se cantaba disfrutando en comunidad. Y es que estamos ante una de las romerías más antiguas de Castilla. Una romería que ha sabido mantener y preservar actos singulares y tradicionales como el saludo de los pendones y cruces de cada ayuntamiento, la misa, la procesión y por supuesto el baile al son de la jota serrana.
En el proyecto se invirtieron tres millones de euros. Una suma considerable de dinero que financió la Junta de Castilla y León, la Diputación de Burgos, el comunero de Revenga, la Fundación Caja de Burgos y también los fondos Feder del Estado. Todo para integrar la Casa de la Madera en un proyecto mucho más amplio y ambicioso al que se llamó Monte Educativo y recreativo de Revenga. Fue una idea que surgió del propio comunero de Revenga atendiendo a su historia y la tradición después de más de quinientos años. Se trataba de poner en valor un terreno compartido Quintanar, Canicosa y Regumiel de la Sierra, tres de los pueblos más importantes de pinares.
Ramiro Ibáñez, alcalde de Canicosa de la Sierra, fue uno de los impulsores del proyecto junto a los regidores de Regumiel y de Quintanar. “Era un punto de oportunidades gracias a una situación geográfica privilegiada. Es una zona preciosa con mil y un secretos por descubrir. Queríamos ofrecer al turista una experiencia diferente. Y es que en su día el parque de aventuras por ejemplo fue realmente innovador y el más grande de España. Por eso no podemos perder de vista el interés turístico que sigue teniendo un lugar tan especial como este”, matizó Ibáñez. Y es que la Casa de la Madera es un modelo vivo del bosque ofreciendo un mensaje centrado en la ordenación forestal. Estamos ante una zona privilegiada donde apenas hay incendios forestales. Un paraje único que además actúa como gran fijador de emisiones de dióxido de carbono.
Sin embargo, la crisis sanitaria provocada por el Coronavirus ha obligado a suspender por primera vez en mucho tiempo la tradicional Romería de Revenga. “Montse, Ramiro y yo estuvimos hablando y al final decidimos suspender todos los actos festivos y culturales ligados a la romería. La salud debe prevalecer sobre todo lo demás, destacó José Luis Vázquez González, el alcalde de Regumiel. Sin embargo, a día de hoy, todavía está en el aire la posibilidad de continuar la que sería la Séptima Campaña de Excavaciones en el Yacimiento Altomedieval de Revenga. Estamos ante un proyecto que comenzó en el año 2014 liderado por la Universidad de Barcelona. Cuenta con un presupuesto aproximado de 10.000 euros financiados por la Junta, la Diputación y el Comunero de Revenga. En este sentido, José Luis Vázquez, Ramiro Ibáñez y Montserrat Ibáñez no se pronuncian todavía sobre si se celebraran o no. Pero los tres creen que todavía es posible. Los trabajos realizados hasta la fecha hablan de un poblado habitado entre los siglos V al XIII. “Karen Alvaro, una de las responsables del mismo, recordó tras la campaña del 2019 que es un yacimiento “singular”. Y es muestra el habitad del mundo rural no romano y cómo vivían los poblados periféricos al margen del poder y la influencia de los romanos, Clunia o incluso del cenobio de San Pedro de Arlanza.
El cierre del complejo de “Pino a Pino” en 2018 supuso un descenso de visitantes considerable al Bar Restaurante y también a la Casa de la Madera. “Ahora mismo hay que hacer reformas. Con el paso del tiempo se han caído muchos pinos y además hay que sustituir el cable. Queremos que Medioambiente nos haga un informe para ver la viabilidad de las reformas que habría que hacer. Aun así, somos optimistas y seguimos creyendo un proyecto esencial para el complejo de Revenga”, explicó Montserrat Ibáñez.
Además, el complejo de Revenga también echa mucho de menos la actividad del Bar Restaurante. “Licitamos la gestión y se interesaron dos empresarios. El primero renunció justo antes del decreto de alarma. Por eso preguntamos al otro licitador si lo quería. Estuvo viendo las instalaciones y de momento no tenemos ninguna respuesta, pero si algo de prisa. Porque entendemos que esta infraestructura es esencial para el buen funcionamiento de todo el complejo”, explicó Montserrat Ibáñez. El restaurante tiene además un albergue en el piso de arriba que tampoco está funcionando. Para José Luis Vázquez, alcalde de Regumiel, no está del todo claro que sea una infraestructura viable económicamente. “Haría falta realizar algunas reformas importantes para acceder y es poco viable teniendo justo debajo el bar restaurante”, aclaró Vázquez.
Dentro de este ambicioso proyecto, las Aulas de la Naturaleza juegan un papel realmente importante. La ambiciosa obra se finalizó hace más de cuatro años, pero todavía no ha podido estrenarse. Y es que todavía no se han equipado con muebles los bungalós y las cocinas. Las clases sin embargo, si están equipadas y amuebladas. Ramiro Ibáñez cree que “merece la pena hacer un esfuerzo” porque estamos hablando de un espacio muy atractivo para atraer colegios, empresas o colectivos que busquen un espacio cómo para disfrutar o para trabajar. Montserrat Ibáñez por su parte también cree que es un proyecto importante para el comunero que hay que reactivar. “Faltan unas mejoras, pero está claro que debemos reactivar este proyecto cuanto antes porque es una pieza fundamental de todo el complejo turístico”.
Si le hacemos un guiño a la historia ésta nos dirá que es la ermita la que preside la campa. Un lugar sacro de enorme valor dedicado a la virgen del lugar y los titulares Santiago y San Felipe. El pasado también nos habla de la Casa Comunal o Albergue construidos ambos en el Siglo XVIII. Tal vez en el mismo lugar donde pudo estasr el monasterio de San Millán de Revenga dependiente a su vez del monasterio de San Millán de la Cogolla y del de San Pedro de Arlanza.
El Monte Educativo y recreativo de Revenga fue una apuesta esencial por dar a conocer un lugar único en Europa. Estamos ante un proyecto que necesita volver a la vida. La Casa de la Madera es sin duda su corazón. La pieza que mueve todo su engranaje. “Las visitas se han reducido muchísimo los últimos años. Echamos de menos que el complejo funcione a pleno rendimiento. Necesitamos que todas sus piezas vuelvan a funcionar para atraer a un turista que quiere divertirse, comer bien, hacer deporte y disfrutar de la cultura y la naturaleza. Y todo servido en un plato realmente apetitoso. Creo que podemos conseguirlo y creo que debemos intentarlo. Y eso solo lo haremos si todos trabajamos en la misma dirección, concluyó el responsable de la gestión del centro Miguel González García.
