Fue hace una década cuando Rubén, barcelonés de 33 años con raíces familiares en Soria, descubrió en su casa una vieja libreta en la que su bisabuelo Eloy había plasmado sus duras vivencias durante la Guerra Civil y la postguerra por el mero hecho de militar en el sindicato CNT (Confederación Nacional del Trabajo).
Cuando esa libreta llegó a manos de Rubén Seca, y vio lo que en ella se narraba, enseguida sintió en él la necesidad de contar esta historia para la que comenzó a investigar no sólo en lo referente a su familia, sino también en otros casos ocurridos en la provincia y que eran merecedores de ser ‘rescatados’ del olvido.
“Al estallar la Guerra Civil mi bisabuelo se escondió en un pajar del pueblo soriano de Fuentecantos, hasta que se entregó varios meses después por miedo a represalias con su familia. De ahí fue llevado al campo de concentración que se habilitó en la ermita de Santa Bárbara en la capital soriana, donde su nombre fue puesto en la lista para ser fusilado hasta en tres ocasiones”, explica Rubén Seca.
El destino quiso que no llegase su final y hasta tres veces fue tachado de esa lista gracias a una mujer: la secretaria del capitán, que resulta que era la inquilina de una casa del bisabuelo de Rubén desde mucho antes de que comenzara la guerra.
Eso le salvó, pero llegaron después años de trabajos forzados en Ágreda y después su puesta en libertad con años estigmatizado sin poder trabajar y sin poder ganar un sueldo para alimentar a su familia.
De ahí el título ‘Los Cangrejos’, ya que este animal de río fue el que salvó la vida a la familia. “Mi bisabuela Crescencia con sus hijos, mi abuelo Donato, con apenas 8 años, y su hermana pequeña, iban con los reteles a pescar en los ríos de la zona, y no regresaban hasta tener sacos llenos de cangrejos, que vendían o se comían ellos mismos. Así es como la familia recibió el mote de ‘Los Cangrejos’, el cual se ha transmitido durante generaciones”, explica el cineasta.
“Como metáfora, unos años después de la muerte de Franco, unos turistas norteamericanos trajeron cangrejos de su país y los liberaron en los ríos de la península, siendo una especie invasora que se expandió con una enorme rapidez a lo largo de los años, y que fue exterminando paulatinamente a los cangrejos autóctonos, aquellos que en los peores momentos salvaron a mi familia. Por lo que en los ríos de Soria se volvía a repetir la historia”, señala Rubén.
De forma paralela, para esta película la investigación familiar se alterna con memoria histórica de sucesos a lo largo de toda la provincia de Soria, documentando episodios tanto de represión sucedida como de actos solidarios que salvaron vidas, y yendo en búsqueda de estos lugares para filmarlos en su estado actual. Un ejemplo son historias como la ocurrida en Duruelo de la Sierra, pueblo que también será protagonista en ‘Los Cangrejos’.
“Duruelo de la Sierra fue escenario de un caso opuesto al de muchos otros lugares, y donde se evitó una masacre gracias a unos pocos héroes. La furgoneta de la muerte llegó a este pueblo con una lista de cuarenta y seis personas para detener, pero al llegar fueron recibidos a la fuerza por el exalcalde saliente, Mariano Martín, que se puso al frente de los vecinos, y con el apoyo del farmacéutico, insistió en que nadie allí había alterado el orden, y que él respondía que tampoco pasaría nada en el futuro, ya que todos eran gente honrada. A su vez, el nuevo alcalde, Santiago Lafuente, que era tartamudo, secundó las palabras de su antecesor e insistió en que si se llevaban a alguien tenían que llevárselo a él también, dicho con una vehemencia impropia de alguien que tiene dificultades para hablar. Los falangistas, en este caso impresionados, se fueron de Duruelo sin llevarse a nadie, y así fue como Duruelo acabó siendo uno de los pocos lugares sin víctimas durante la guerra”, narra el cineasta.
Rubén Seca ha viajado hasta Duruelo en estos últimos días para grabar con descendientes de esos ‘héroes’, sus nietos. “Hemos hablado con sus descendientes, Tomás de Francisco y Mariano Cámara, y hemos conseguido ese nexo entre el pasado y el presente que es en buena parte el objetivo de la película”, añade el autor de este trabajo cinematográfico que saldrá a la luz como muy pronto a finales del año que viene. Una obra que cuenta con el apoyo de la Diputación de Soria, del Ayuntamiento de Soria y de la Junta de Castilla y León y que ha tenido el libro de "La represión en Soria durante la Guerra Civil" de Gregorio Herrero Balsa y Antonio Hernández García, como fuente de documentación principal.
“En Covaleda”, continúa Rubén Seca explicando, “fuimos a filmar el edificio de la Guardia Civil dónde le tocó fichar a mi bisabuelo en ocasiones durante la postguerra. Y es que le ponían Covaleda para fichar porque era uno de los lugares que más lejos le pillaban de su pueblo, pero aún así no podía fallar.
"También aprovechamos y grabé allí en Covaleda algunos paisajes y a unos burritos que había en la colina que me servían para narrar otro suceso", señala
"En la localidad de San Leonardo de Yagüe, fuimos a filmar el monolito que hay todavía en homenaje a Juan Yagüe, cuestionando que todavía hoy en día se mantenga el "de Yagüe" en el pueblo, a pesar de las leyes de memoria histórica. Y en Montenegro de Cameros, filmamos bastante el pueblo y el cementerio, pues allí hubo un episodio muy crudo por desgracia. Ocurrió un hecho que resume muy bien lo que fueron los primeros días del golpe militar en esa zona. Una mañana vinieron los falangistas y requetés con la furgoneta de la muerte y cogieron a diez personas de allí y de los pueblos de alrededor, los llevaron a todos a 3 km del pueblo y los fusilaron en el lado de la frontera Soria-Logroño".
Una historia que todavía esconde más dolor y que se podrá descubrir en su totalidad en esta película 'Los Cangrejos' que se espera esté lista para finales de este próximo año 2025.
Todas las imágenes han sido cedidas por Rubén Seca.