El mazapán, el mantecado y el turrón son los dulces navideños por excelencia junto con el Roscón de Reyes. A este último también se le conoce como rosca o rosco de reyes. Es un bollo de masa dulce que se adorna con trozos de fruta cristalizados y que se suele rellenar con crema y en cuyo interior siempre se esconde alguna sorpresa. Su origen se remonta al siglo II a.C cuando se celebraban “Los Saturnales”. El mazapán es un dulce cuyos ingredientes fundamentales son las almendras, el azúcar y el huevo. La primera referencia escrita la encontramos en Toledo en 1512 donde se consume durante todo el año. Su origen tiene muchas leyendas. Una de las más probables es que sea de procedencia árabe o introducido en Europa desde el sur tras la invasión musulmana. El mantecado es típico de Andalucía, data del siglo XVI y se hace con manteca de cerdo. Asimismo, se cree que fueron los árabes los que trajeron el turrón a España. Sea como fuere, en las celebraciones navideñas de los pueblos de pinares nunca faltan estos postres.
Afortunadamente, en la comarca todavía son muchas las pastelerías, reposterías y panaderías que siguen elaborando postres típicos de la Navidad. Y lo hacen siguiendo recetas antiguas que han sobrevivido al tiempo de generación en generación. Recetas artesanales en la que la máxima calidad de los ingredientes y el proceso manual son su santo y seña para conseguir la excelencia en todos sus productos. La pastelería “Los Infantes” ubicada en Salas une tradición, historia y familia. Estamos ante una empresa de fuerte arraigo en la comarca de pinares que cuenta con más de 50 años de historia. Francisco Javier de la Hoz Porras pertenece a la tercera generación, la de los nietos de Eutiquio Porras.
La pastelería “Los Infantes” es un emblema de la ciudad milenaria del Arlanza. Con la llegada de la navidad llegan también los productos navideños más dulces. Entre ellos, la pastelería destaca y se diferencia por sus turrones caseros, el maravilloso mazapán y las figuritas. “Uno de los turrones que más gustan es el de Pan de Cádiz. Lleva chocolate, naranja, membrillo y yema con una base de mazapán. A los clientes les encanta. También elaboramos turrones de yema, de chocolate marrón glasé, de coco y de naranja”, comenta el gerente Francisco de la Hoz. El roscón de reyes es otro de los postres navideños que no pueden faltar a la mesa. Los de la pastelería “Infantes” son simplemente una delicia para el paladar.
Sin embargo, como casi todas las empresas, desde que llegó el coronavirus ha perdió una parte importante de las ventas que solía tener todos los años. Confían en la navidad para recuperar parte del terreno perdido desde marzo. Estamos en las fechas de mayor consumo en los hogares por las reuniones familiares. Sin embargo, las restricciones de movimiento y sobre todo las limitaciones por número de personas en comidas y cenas van a condicionar lógicamente las venas de este tipo de productos navideños. “En cierto modo, nosotros hemos salvado un poco la situación desde marzo porque vendemos también alimentos de primera necesidad. Eso nos ha permitido estar abiertos y sin duda hemos podido capear así mucho mejor el temporal”, finaliza Francisco Javier.
Panadería y Repostería Pinares es una empresa familiar originaria de la localidad burgalesa de Pinilla de los Barruecos que fue fundada el 18 de junio de 1991 por Miguel Camarero y Carmen Ramírez. Tiene una plantilla de 16 trabajadores que se distribuyen entre el obrador, ubicado en la Avenida Valladolid número 56 y 2 establecimientos más en Soria capital en las calles Mariano Vicén y en el mercado municipal. En Navidad su postre estrella es el roscón de reyes. Un producto de la máxima calidad en el que se emplean los mejores ingredientes y mimo muy cuidado en la elaboración.
La estrella es el Roscón clásico con nata, pero también elaboran otro hecho con trufa y el de crema que también gozan de una enorme aceptación por parte de sus clientes, muchos de ellos de toda la vida. “Los elaboramos justo cuando se van a consumir. Eso hace que el roscón esté casi recién hecho, algo que se nota mucho en el sabor y también en el bizcocho, que es muy esponjoso”, destaca la gerente de la empresa Nuria Camarero. La Panadería y Repostería Pinares además elabora de forma artesanal 30 clases de pan. Destacan la barra de leña, las barras de chapata, la hogaza, el pañete, la torta de aceite, la baguette y la chapata. También gozan de un gran reconocimiento el pan de maíz, el de cuatro cereales, el pan de centeno y el pan cien por cien integral. Además, la repostería es otro de los platos fuertes de la empresa. Destacan los fantásticos rosquillos fritos, las maravillosas españoletas, las sabrosas magdalenas, las galletas de nata, las tortas dulces de chocolate y el cabello de ángel, manzana y leche.
“Mi madre se jubiló el pasado 30 de septiembre y ahora llevo yo el negocio con el apoyo de mi hermana Mamen. Las cosas nos van muy bien a pesar del coronavirus. Hemos notado un descenso en la producción que dedicábamos a la hostelería. Pero al mismo tiempo, también hemos observado que nuestros clientes vienen buscando los productos de toda la vida a las tiendas. El coronavirus y las restricciones han hecho que muchos se den cuenta de lo importantes que son los productos artesanales, algo que lógicamente nos ha beneficiado. Nosotros seguimos trabajando con el cariño, la intensidad y el mismo amor que lo hacían nuestros padres. Nuestra madre sigue siendo la mejor consejera en la gestión del negocio para mi hermana y para mí. Esa identidad familiar y ese amor por el producto es sin duda el éxito de nuestro trabajo y el camino que vamos a seguir recorriendo”, finaliza la gerente Nuria Camarero.
La histórica pastelería “Angelines” situada en San Leonardo es uno de esos comercios singulares, familiares e históricos donde el cliente puede saborear el mejor de los tratos y también lo mejor de sus productos. Llegan las navidades para un establecimiento de los de toda la vida que si notó un importante descenso en ventas sobre todo durante los meses duros del confinamiento. Sin embargo, las navidades no dejan de ser fechas muy importantes para la venta de todo tipo de dulces y pasteles, muchos de ellos navideños. Entre ellos destacan los golosos turrones y los sabrosos polvorones, dos de los productos más reconocidos y comprados. Además, el roscón de Reyes sigue siendo uno de los postres más demandados en estas fechas. “Lo hacemos de chocolate, avellana y rocas de almendra y es uno de nuestros productos estrella desde luego.
Otro de nuestros “productos” durante todo el año es la tarta costrada, muy típica de Soria. Está elaborada con un mimo especial y lleva hojaldre con crema y nata”. “Nuestros clientes también compran nuestros maravillosos turrones de nata, nuez, chocolate y avellanas y los de yema. Ahora son productos muy demandados que llegan a todo tipo de hogares porque son un postre realmente excepcional”. “Además, al tener multitud de sabores e ingredientes se adaptan a todo tipo de paladares y edades. Estamos seguros de que van a ser unas buenas navidades. Tenemos clientes de toda la vida que siempre han valorado nuestra manera artesanal de hacer las cosas. Hemos sabido encontrar la fórmula para ofrecer siempre la mejor calidad al mejor precio. Y esa ha sido y sigue siendo nuestra gran seña de identidad. Está claro que vamos a notar un cierto bajón por las restricciones que se han impuesto para viajar y por aquellas relativas al número de personas que pueden juntarse en las celebraciones navideñas”, finaliza la gerente de la empresa Angelines Barrio Gonzalo.
La navidad ya está aquí a pesar del virus. Por eso la celebremos como la celebremos, debemos de disfrutar cada momento como si fuera el último paladeando los maravillosos dulces que podemos encontrar en nuestros pueblos de pinares.
