“Se cree que la morcilla dulce ya la hacían los árabes en la península en los siglos IX, X Y XI. Ellos empleaban manteca de cordero y miel. Actualmente este maravilloso producto lleva pan, manteca, sangre, canela y azúcar. Es un producto más bien desconocido que todavía puede encontrarse en Ólvega, Zaragoza, Huesca, Teruel y el Sur de Navarra. Todas esas zonas fueron musulmanas. La morcilla dulce además no es competencia para la morcilla de Burgos, la más laureada a nivel nacional e internacional. Tiene además una gran conservación y muchas formas diferentes de degustación. Puede ser parte de una merienda, de un postre, ir asada, frita o incluso al horno. Es la mejor barrita energética del mundo.
Ángel también cree que en la actualidad hay una importante guerra de precios. “Es algo que ha existido siempre. El problema ahora es que la venta local ha bajado de forma muy considerable y eso nos obliga a reinventarnos y buscar mercados fuera. Todo eso tiene sus costes y no es sencillo entrar en nuevos mercados. La venta en internet es una alternativa que también tiene su logística. Estamos ante una de las empresas de alimentación más conocidas de la Sierra de la Demanda. Angel lleva con la carnicería 45 años. La receta es de su abuela Micaela que “siempre le daba a probar el producto”. La nuestra tiene muy poas especias. No lleva orégano y tampoco comino. A la gente le gusta mucho su sabor y su suavidad y al final es el cliente el que pone el producto en el lugar que queremos que esté”, finalizó Ángel.