viernes. 31.01.2025

Adrián Hernández Altelarrea: "La música me rodea desde que empecé a hablar"

Es uno de los músicos con mayor reconocimiento de la comarca de Pinares y su proyección traspasa fronteras siendo también una de las personas que bien podría estar al mando de cualquier banda a nivel nacional. Pero eligió quedarse en su tierra (es natural de Covaleda) y dirigir la Banda ‘Acordes del Duero’ de Duruelo y la Joven Orquesta Sinfónica de Soria, consiguiendo retos musicales de gran nivel en músicos no profesionales. 
Autor FOTO: Víctor García
Autor FOTO: Víctor García

Él es Adrián Hernández Altelarrea, nació en 1992 y es natural de Covaleda, lugar donde empezó su pasión por la música desde muy pequeño al abrigo de la Escuela Comarcal de Pinares. Hoy, después de todos estos años y de conseguir numerosos reconocimientos como el Premio Extraordinario de las Enseñanzas Profesionales de la Junta de Castilla y León, puede estar orgulloso de contar con el título superior de clarinete, -después del máster en Bruselas con Cum Laude-, el título profesional de conservatorio de piano y de saxofón y, este año, pondrá la guinda acabando la carrera  de dirección.

Explica Adrián que la falta de actividades extraescolares en aquellos tiempos cuando él era un niño fue lo que hizo que sus padres le apuntaran a lenguaje musical y piano, pero lo que por aquel entonces aún desconocía era que le acababan de abrir la puerta a su pasión. Aquella con la que compartiría el camino de su vida. “Ahí todavía no tenía claro ni por asomo que me iba a terminar dedicando a la música. De hecho, no me debía portar demasiado bien en clase, según me cuentan”, declara entre risas Adrián.

La influencia musical de su padre también fue imprescindible para ser lo que hoy es Adrián. “Sinceramente no tengo muy claro lo de la predestinación, pero en mi caso, la música me rodea desde que empecé a hablar. Desde luego que mi padre fue decisivo en mi orientación musical. Aunque él no dio el paso de estudiar de manera oficial, ha estado toda la vida con instrumentos entre sus manos, principalmente la guitarra. Cuando eres niño eso te marca, pero incluso cuando creces y sigues viendo que incluso a día de hoy sigue trasteando a su manera con la música, puedes llegar a explicarte cosas de ti mismo. Siempre me ha sabido transmitir esa infinita curiosidad y las ganas de aprender más, de llegar más allá y de descubrir cosas nuevas”.

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AUTOR FOTO: VÍCTOR GARCÍA VALERO

“Los primeros años en Covaleda fueron muy relajados”, añade Adrián, “quería un instrumento de viento que me permitiera tocar en la Banda de Covaleda, y tomé la decisión del clarinete. Más tarde, conseguí llegar al conservatorio y al poco tiempo a la Banda Municipal de Soria. Los dos primeros años fueron duros, ya que mi padre me tenía que llevar a Soria, a veces hasta cuatro viajes por semana. Es por ello que con 15 años tomamos la decisión de irme a vivir a Soria. Ahí, ya iba empezando a asimilar, que la música iba a tener un peso decisivo en mi futuro”.

Adrián también dirige en la actualidad a la Joven Orquesta Sinfónica de Soria y ha pertenecido en algún momento de su trayectoria a agrupaciones como la Banda Municipal de Música de Soria, la  Orquesta Sinfónica Lira Numantina, la EGO  (Joven Orquesta de Euskadi) y la Joven Banda Sinfónica de Castilla y León, además de colaborar con orquestas profesionales como la Orquesta Sinfónica de Navarra la Brussels Philarmonic Orchestra y la Antwerp Symphony Orchestra.

Confiesa el covaledense que han sido años de esfuerzo y dedicación. “Por mucho que te guste lo que hagas, el esfuerzo es necesario siempre. Y eso se consigue a base de horas y horas de estudio. Si además, lo que estudias te gusta, la satisfacción es todavía mayor. Tanto mis años de Pamplona como los de Bruselas fueron muy intensos, pero también decisivos, ya que conseguí formarme no solo como clarinetista, sino como músico en general. Detrás de todo ello hay muchas horas en las cabinas de estudio, mucho metrónomo, cientos de obras y de piezas, y muchas cañas (de las de clarinete, pero también de las que se comparten con compañeros y amigos)”, asegura entre risas.

Aunque el clarinete es el instrumento al que más horas ha dedicado y el que ha protagonizado su carrera hasta ahora, fue el piano su primer instrumento. “Teníamos un teclado electrónico de mi padre y había que amortizarlo. Pero la decisión de tocar un instrumento de viento fue aflorando poco a poco, sobre todo con vistas a poder tocar en la banda. Nos planteamos el clarinete y el saxo, y elegí el primero por tener más cabida dentro de la música clásica. No me arrepiento para nada de la decisión, y además, el tiempo se ha encargado también de poner en su lugar al piano y al saxo, retomándolos años después hasta el punto de terminar los estudios profesionales de conservatorio de ambos instrumentos”.

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Autor FOTO: Víctor García

LA BANDA DE DURUELO

La Banda Acordes del Duero, de Duruelo de la Sierra, supuso para Adrián un nuevo proyecto que le abriría las puertas al mundo de la dirección. “La idea de estudiar dirección lleva rondando mi cabeza desde hace muchos años, antes incluso de empezar la carrera de clarinete. Pero preferí primero centrarme en un instrumento. Fue en 2019, en un momento en el que la idea de la dirección la tenía un poco apartada, cuando contactaron conmigo la junta directiva de la banda Acordes del Duero. Al principio me dio mucho respeto, porque nunca había hecho nada así. Pero di el paso, y bueno, hasta el día de hoy, aquí sigo”, señala.

Confiesa que esta banda es para él muy importante, “Me aporta el luchar por un proyecto que es beneficioso para nuestros pueblos, nuestra comarca y nuestra provincia. El trabajar, organizar y gestionar un grupo de personas es todo un reto, especialmente en el caso de una banda no profesional, ya que hay una variedad enorme de casos. Diferentes edades, trabajos, situaciones, y hasta ciudades. Hay ocasiones en las que se hace duro y se nubla mucho la situación. Pero el resultado, una vez se ha conseguido un concierto y una actuación exitosa, es de las sensaciones más reconfortantes que puede haber”.

Acordes del Duero cuenta con una plantilla que rondará los 23 músicos autóctonos de Duruelo. Para los conciertos siempre solemos traer algún compañero mío de refuerzo de Soria. El tema de los ensayos es otro reto, ya que conseguir juntar a mucha gente para un ensayo es cosa difícil, especialmente con la gente que no vive diariamente en Duruelo. Cada uno tiene su vida, sus responsabilidades y obligaciones, y al final tienes que apelar al compromiso y a la supervivencia de la banda para juntarnos todo lo posible. De normal, solemos hacer ensayos cada dos semanas, o tres semanas al mes, aproximadamente.

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Concierto en Castroviejo con la Banda Acordes del Duero. Autor FOTO: Raquel Fdez.

UNIÓN DURUELO Y COVALEDA

Estas pasadas navidades se produjo un hecho histórico, musicalmente hablando, con la unión de las bandas de Duruelo y Covaleda logrando dos conciertos con lleno absoluto. La idea de hacer algo las dos bandas juntas, no es algo realmente nuevo, asegura Adrián. “Cuando empecé en 2019, comentaba con el entonces director de la banda de Covaleda, mi gran amigo y enorme pianista Alberto San Quirico, que sería bonito poder hacer algo las dos bandas. En aquel entonces, también se empezaron a invitar a músicos de una banda a la otra, de manera esporádica. Hace un mes vimos esta idea por fin realizada. La Agrupación Santa Cecilia de Covaleda está en una situación muy similar a la de Duruelo. La despoblación afecta. Y yo, como miembro de ambas agrupaciones, sentía mucha rabia de ver como solo 4 kilómetros y cientos de años de prejuicios y supuestas riñas de vecinos impedían que los músicos de ambos pueblos pudieran tocar juntos. Propuse a las directivas de ambas bandas la idea, y la acogida fue excelente por parte de todos los miembros”, explica Adrián.

Confiesa que el resultado de esa unión “fue mucho mejor de lo que podía llegar a imaginar. La unión, el compañerismo y la actitud de los 53 músicos de Duruelo y Covaleda fue admirable. El trabajo que realizamos durante los dos meses de ensayo fue duro, pero mereció la pena, ya que musical y artísticamente, el concierto tuvo una calidad extraordinaria, pocas veces visto en nuestros pueblos”.

LA SINFÓNICA DE SORIA

También fue de éxito el concierto que Adrián dirigió con la Joven Orquesta Sinfónica de Soria estas navidades. Una apuesta impecable de música y cine mudo que sin duda consiguió el aplauso del público. “Esta orquesta tiene un enfoque muy parecido al mundo profesional, y al final estás dirigiendo un grupo de 50 jóvenes estudiantes de últimos años de Conservatorio Profesional y de Conservatorio Superior. La exigencia, el nivel y la precisión técnica tiene que ser más elevada, y el proyecto en el que me embarqué para este concierto, precisamente lo exigía”.

“Poner la música en directo de la película El Chico de Charles Chaplin fue algo muy emocionante, ya que ninguno de los músicos contábamos con ayudas técnicas para la sincronización con la película. Todo tenía que ir, mecánicamente encajado según aparece en la partitura. La acogida tanto de los propios músicos de la orquesta, como del Ayuntamiento de Soria y del público fue extraordinaria”, señala.

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Concierto con la JOSS de estas navidades. Autor: Víctor García.

SU DÍA A DÍA

“Mi situación profesional actual está centrada sobre todo en la enseñanza. Desarrollo mi trabajo en la Escuela de Música de la Joven Orquesta de Soria, pero tengo muy cerca también las oposiciones. De hecho, ya he empezado a hacer alguna sustitución en Conservatorios Profesionales de Castilla y León. Pero este curso también es muy importante porque precisamente termino la carrera de dirección que llevo compaginando 4 años en Zaragoza. Además, sigo tocando y haciendo todas las actuaciones que puedo y que mi tiempo me da. Y por supuesto, dirigir. Algún ratito libre puede que me quede por ahí, pero ya me encargaré de buscar alguna otra cosa para no aburrirme”, concluye entre risas.

Adrián Hernández Altelarrea: "La música me rodea desde que empecé a hablar"