El pasado lunes 11 de mayo tuvo lugar la apertura generalizada de los comercios en España y lógicamente también en los pueblos de pinares. Y es que ya hemos entrado en la Fase 1 de la desescalada. El día 4 ya habían abierto muchos negocios dando su servicio con cita previa, atención individualizada y contando con mostrador, mamparas o garantizando las medidas de separación. Si el servicio profesional además requería tener contacto con el cliente eran obligatorio el uso guantes y mascarilla. Ahora, e aforo está limitado al treinta por ciento, se debe garantizar una distancia mínima de dos metros y los mayores de 65 años disfrutan de un horario de atención preferente.
Modas Maribel, en Salas de los Infantes
Mabela de Miguel regenta Modas Maribel en Salas de los Infantes. Estamos hablando de una empresa familiar que fundó su madre Maribel y que con los años se ha convertido en un referente empresarial en pinares, en Burgos y en todo Castilla y León. Porque, como diría el escritor Napoleón Hill, una meta es siempre un sueño con fecha de entrega. Hablamos de un negocio amable, cercano y honesto. Una empresa innovadora que siempre ha ofrecido el mejor servicio y atención con la mejor calidad en todas sus prendas y accesorios. Un comercio rural de gran tradición que siempre ha apostado por crear riqueza en la que hoy muchos llaman la “España Vaciada”. “Además, tenemos otra tienda en Burgos capital. Va a ser difícil. Un reto desde luego. A los españoles nos gusta el contacto físico. Adoramos abrazarnos y besarnos. Por eso, guardar los dos metros de distancia, va a ser complicado. Además, una vez que el cliente se pruebe la ropa, tengo que aislarla durante 48 horas para que otro cliente se la pueda probar. También somos muy conscientes de la importancia de usar geles, guantes y mascarillas. También sabemos que debemos desinfectar los vestuarios con la llegada de cada cliente. Muchos retos en poco tiempo, esa es la verdad”.
La incertidumbre debe dar paso a la acción
La incertidumbre es cómo una galera para un pescador, un enemigo fuerte y muy peligroso. Y es que implica tomar decisiones personales y profesionales prácticamente a ciegas. Es cómo adentrarse en un laberinto sin tener ninguna idea previa de cómo salir de él. “Tengo un montón de ropa maravillosa y de gran calidad que no se a ciencia cierta si voy a ser capaz de vender. También tengo la sensación de que la desescalada se podía haber hecho mejor. No nos han consultado a nosotros o a nuestras asociaciones. Como autónoma he echado de menos más ayudas directas. Y es el pago de las cuotas o de los alquileres o de la luz y el agua se realiza todos los meses. Y los autónomos no pueden sobrevivir sólo a base de créditos que después han de volver a pagar”.
Confianza frente a incertidumbre
Si la incertidumbre es el cáncer para la venta, la confianza es sin duda su hada madrina. En este sentido, los economistas no terminan de estar de acuerdo. Por una parte están los creen que la recuperación será lenta y costosa. Y por otro lado, aquellos que confían en que el consumo se recupere y venzamos esta crisis en el menor tiempo posible. Lo que si parece ser cierto es que la marca España está ganando adeptos donde nunca debió perderlos, en nuestro país. “Nuestra manera de vivir, de relacionarnos y de comprar va a cambiar de forma sustancial. Y en ese sentido, los pequeños comerciantes y empresarios debemos adaptarnos. Esa va a ser la única manera de salir adelante. El problema es que este negocio está muy relacionado con el turismo, con la hostelería y también con los eventos sociales y culturales. Por eso creo que nos va a costar un poco más. Un así quiero ser optimista. Porque es el único modo de avanzar. Y quiero creer que es crisis va a ayudar a que entendamos que el único modelo de vida sostenible es el que representa el mundo rural. Espero que la gente vuelva a confiar en el pequeño comercio y compre de nuevo en las tiendas de pueblo de toda la vida.