- Julián. ¿Cómo surge la idea de presentaros a la convocatoria del Premio Francisco Giner de los Ríos?.
- Nosotros llevábamos ya seis años aplicando en el centro una metodología de enseñanza diferente a la tradicional. Aunque habíamos concurrido a otros certámenes, era la primera vez que lo hacíamos con éste. Para cada uno de los trabajos realizamos una memoria, que es la que hemos podido presentar también a este galardón.
- ¿Se ha visto este trabajo en la educación de los chavales?.
- Los alumnos que cursan quinto y sexto de primaria mantienen en un porfolio todos los trabajos realizados en su formación. Esto ha permitido poder hacer un seguimiento de toda la trayectoria en la que se han realizado estas tareas. Sin duda, el Premio es un reconocimiento a todo ese trabajo.
- ¿Os esperabais la concesión de este galardón?
- No. Son muchas iniciativas las que concurren en la convocatoria. Entre unos 350 trabajos de toda España no te puedes esperar que el tuyo se encuentre entre los ocho premiados. Esta metodología puede sonar a algo especial, pero para nosotros, en el colegio, es una cosa normal . ‘Héroes TIC’ es una historia de colaboración y de coordinación.
- ¿Es este reconocimiento un revulsivo para vuestro trabajo diario?.
- Para nosotros sí. El Premio viene a significar que estamos haciendo las cosas bien. Pero, ya no sólo para nosotros, sino en Aguilar y la provincia, fuera del centro nuestra metodología se conoce mucho más. Los compañeros de otros colegios se van dando cuenta de la importancia que tiene la implantación de metodologias activas.
- ¿Vamos en la buena línea?
- Sí. Se está demostrando que los centros que trabajan con estas metodologías están obteniendo muy buenos resultados. Yo tengo contacto con colegios de Soria y Burgos donde también se llevan a cabo. Hay que poner más enfasis en una educación distinta, conforme a los parámetros europeos. Nosotros, por ejemplo, damos mucha importancia a los intercambios escolares, que ya se realizan desde quinto de primaria, y eso les hace tener una visión distinta.
- En estos nuevos modelos, la enseñanza en las zonas rurales ¿Está a la par con la que se ofrece en las grandes urbes?
- En los entornos rurales somos unos privilegiados en la educación. Por una parte, tenemos la ventaja de recibir una educación más personalizada, más cercana en esa relación profesor-alumno. Por otra, se nos abren un abanico de posibilidades por tener el entorno más próximo. Es esta enseñanza tan positiva la que luego podemos completar con una formación en otros lugares, una vez dejado el pueblo, y podemos volver con esa nueva metodología más enriquecida.