Aceitunas Pérez tiene en la actualidad en San Leonardo de Yagüe su nave industrial, el almacén y el obrador donde se lleva a cabo el proceso completo en la elaboración, distribución y venta de aceitunas y encurtidos. De su exitosa gestión se encargan los hermanos Antonio y David, la tercera generación. “Mi hermano siempre tuvo las ideas muy claras y al terminar el instituto decidió seguir los pasos de mi abuelo junto a mi tío y mi padre. Yo me diplomé en Relaciones Laborales en Valladolid y pasé mi último año de carrera de Erasmus en Rotterdam. Después viví unos meses en Dublín hasta que decidí regresar al pueblo para ayudar a mi hermano en la gestión de la empresa”, explica Antonio.
El abuelo Julián Pérez fue el fundador de la empresa en 1950.
Los dos hermanos realizan el proceso completo. Este abarca la elaboración, la distribución y la venta tanto de aceitunas como de encurtidos. Es Antonio quien prepara con meticulosidad y detalle los diferentes cubos que tienen formatos y clases diferentes. “Nos dividimos el trabajo. Yo soy quien elabora los pedidos y mi hermano es el que se dedica a transportarlos. Hacemos además una clara diferenciación entre aceitunas y encurtidos. Se podría decir que la aceituna más típica es la de mesa manzanilla pero existen otras muchas clases entre las que destacan la campo real, obregón, gordal, las deshuesadas o la negra cacereña. En cuanto a los formatos los hacemos teniendo en cuenta a nuestros clientes. Diferenciamos entre particulares, clientes de mercadillo o aquellos que se dedican a la hostelería”, matiza Antonio Pérez.
David y Antonio junto a su furgoneta de reparto
Antonio conoció el proyecto de El Valle Digital a través de las redes. Le pareció muy interesante y desde entonces colabora en el equipo de productores. Además forma parte de la plataforma de Venta que está ultimando el así llamado proyecto de proyectos. A la última reunión acudieron Vanesa representando a Comboni Chuletón, Julián Hoyuelos como productor de carne de ovino de la cooperativa Colear y Rodrigo y Adolfo Martínez en nombre de su empresa de morcillas artesanales de Salas de los Infantes. Todos reconocidos productores comarcales al los que se sumaron Francisco como gestor de Pastelería Porras y Teresa y Yone representando a Embutidos El Pelayo. “Nosotros además estamos muy asentados en San Leonardo. La gente nos conoce, nos quiere y valora mucho que hacemos un producto totalmente artesanal”.
Productores de el Valle Digital reunidos en la Inmobiliaria Arribas de Salas de los Infantes
Antonio tiene dos niñas pequeñitas. Gloria tiene un añito y medio y Celia tan solo dos meses. Además, David y Antonio tienen una sobrina, Sofía. “Trato de dedicarles todo el tiempo del mundo porque en eso los pueblos ofrecen una gran ventaja. Se tiene más tiempo para disfrutar a tope de la vida con los amigos, haciendo deporte o tomando algo en el bar. Además los sueldos se extienden más y permiten disfrutar también de unas buenas vacaciones conociendo otros lugares. Poca gente sabe que a mi mujer Belén la conocí en Soria. Ella es de Córdoba y al final conseguí que se viniera a vivir aquí.
En cuanto a mi hermano es un tío super tranquilo, ordenado y exhaustivo en todo lo que hace. Le gusta mucho la natación y salir con los amigos así como cazar y pescar. Es un tío muy rural que siempre ha tirado para el campo y el pueblo. Además, trabajar con mi hermano es muy fácil. Nos coordinamos muy bien. Yo soy más impulsivo y el equilibra la balanza porque es más reflexivo. Con la pandemia comenzamos a enviar productos por paquetería y nuestro objetivo a medio plazo es crear una tienda online que complemente a nuestra web. También estamos muy presentes en redes sociales como Facebook o Instagram, cuentas que mantenemos activas y actualizadas prácticamente cada semana", finaliza Antonio.