Eduardo permanece al pie del volcán. Desde que Cumbre Vieja volvió a ponerse en erupción en la Isla de La Palma, “no ha habido servicios ni descansos” y se vive el avance de la lava, que se ha llevado por delante cerca de 400 edificios, “con mucha tristeza y pena”.
Natural de Hontoria del Pinar, Eduardo Gómez Sanz, Brigada del Ejército de Tierra, es el actual Jefe de abastecimiento del Acuartelamiento de El Fuerte en la isla de La Palma, donde lleva residiendo los últimos 16 años, y mantienen la vivienda en Breña Alta, al este de la isla. “He vivido inundaciones y temporales, pero nunca nada como esto”, confiesa el militar encargado del suministro a El Fuerte.
Su labor estos días se centra en la ayuda. Apoyo a los afectados, medios, suministros, víveres…Son 20 operarios que trabajan en El Fuerte, y que se ven reforzados por integrantes de distintos operativos, entre ellos los de la UME.
“La explosión fue brutal”, reconoce Gómez quien ha vivido días de intensa preocupación, y ha contemplado escenas “dantescas” hasta el punto de ver “a gente que lo ha perdido todo”.Frente a quienes argumentan que ya tocaba, y que esto se venía venir, Eduardo mantiene que “esto no se lo esperaba nadie”.
El Instituto Geográfico Nacional y el Instituto Volcanológico de Canarias venían registrando desde el 11 de septiembre una importante acumulación de pequeños terremotos en el entorno de la Cumbre Vieja, con focos que comenzaron a más 20 kilómetros de profundidad, pero que fueron ascendiendo progresivamente hasta la superficie. También se había apreciado que , la isla se había abombado hasta 15 centímetros en la mañana del pasado domingo, otra señal de la existencia del magma.
Durante estos días se ha recordado que de las tres últimas erupciones registradas en las islas, el volcán San Juan (1949) y el Teneguía (1971), tuvieron lugar en La Palma, donde la actividad sismovolcánica había permanecido tranquila hasta que se reactivó en 2017, con varios enjambres sísmicos en los años posteriores, pero nunca tan energéticos como el de esta semana.
Tras el inicio de la erupción del volcán en La Palma, el domingo 19 de septiembre, a las 15:12, hora local, diferentes instituciones, organizaciones, entidades y personas a título particular vienen mostrando el apoyo y ayuda a las personas afectadas.
“Lo mejor que podemos hacer es ayudar a quienes lo han perdido todo”, manifiesta el Brigada del Ejército, el hontoriano Eduardo Gómez Sanz. “Esta gente va a necesitar mucha ayuda”, manifiesta el Jefe de mantenimiento del acuartelamiento de El Fuerte.
Los equipos de Respuesta Inmediata en Emergencias (ERIE) de Albergue, Comunicaciones y Búsqueda, Salvamento y Rescate en medio Terrestre y todo el voluntariado de Cruz Roja la isla, están trabajando en la zona en coordinación con las autoridades. Las áreas de actuación son apoyo en albergues, logística, atención sanitaria de emergencia, atención psicosocial y búsqueda y salvamento. Según las estimaciones, se prevé que el número de evacuados alcance a las 10.000 personas.
El Gobierno ha comenzado a diseñar un plan específico que agilice las ayudas y se adapte a las circunstancias excepcionales. Esta actuación contempla la reconstrucción de viviendas e infraestructuras; medidas fiscales para los particulares y empresas damnificados; y medidas laborales y subvenciones específicas para la pesca y la agricultura, los principales sustentos económicos de la isla aparte del turismo. Las zonas arrasadas por la lava no servirán para el cultivo durante décadas y la llegada de la lava al océano alterará el ecosistema marino.