Fueron sus abuelos Isaac Gárate y Juana María los que fundaron la primera ferretería familiar. Estaba ubicada en lo que hoy es el afamado restaurante Benlloch de Salas de los Infantes. Después decidieron trasladar a la casita “amarilla” que está situada justo enfrente de la panadería Huerta. “Tiempo después salió a subasta el edificio situado en la Plaza Mayor. Mis abuelos ganaron la puja y el negocio se trasladó allí. Por desgracia mi abuela falleció en circunstancias trágicas, lo que obligó a mi padre a hacerse con el negocio cuando tan sólo tenía 15 años. La situación al principio fue muy complicada y el negocio llegó a estar incluso al borde del embargo. Al final con trabajo, constancia, esfuerzo y sacrificio las cosas comenzaron a mejorar y fue en los sesenta cuando la empresa comenzó a funcionar y muy bien, la verdad. Mi padre conoció a mi madre y con el tiempo compraron el local donde está actualmente la ferretería familiar”, comenta María Teresa.
En los años sesenta y setenta la economía española sufrió un importante crecimiento que comenzó a acercarla a otras economías europeas, mucho más avanzadas por entonces. La prioridad entonces para la mayoría de las familias era comprarse una casa y después ir amueblándola poco a poco para lograr tener unas comodidades. “Ahora las familias no invierten el mismo dinero y además hay mucha más competencia. La venta online tampoco ayuda y en este negocio va en detrimento de los pequeños y de las tiendas de toda la vida. Por eso nosotros seguimos apostando por la atención cercana, amable, cordial y sobre todo personalizada siguiendo el ejemplo de nuestros padres y abuelos. Creo que puedo decir con orgullo que tenemos clientes desde hace 70 años que todavía confían en nosotros, en nuestros consejos y que desean ante todo que les sigamos guiando en sus compras. Antes no había Internet. Por eso tenías que visitar a los fabricantes para ver y palpar cada productos. Nosotros seguimos trabajando igual el mueble y es un proceso complejo en el que hay que recibirlo, montarlo y verificar que todos los pasos se han dado de forma correcta”, comenta.
María Teresa y su familia eligieron vivir en un pueblo pequeño como Salas de los Infantes y son muy felices. Es un lugar ideal en el que crear una familia por su tranquilidad, por su armonía y porque además dispone de todos los servicios que uno pueda necesitar. “Los niños aquí son libres e independientes. Desde muy pequeños pueden valerse por sí mismos e ir muchos sitios solos. Sin embargo el gran problema de Salas y de los pueblecitos de la comarca sigue siendo la despoblación. Creo que las administraciones no están apostando de verdad por el medio rural y mucho menos por los autónomos. Mi sensación es de tristeza porque creo que nos quieren echar de nuestros pueblos. Y no hablo de ningún signo político en concreto. De lo que hablo es de las enormes dificultades que nos ponen a la hora de abrir y gestionar un negocio. La burocracia es brutal y nos obligan a ser al mismo tiempo abogados, economistas y luego, en nuestro tiempo libre, "comunity managers" en Internet. Creo que lo primero para asentar población en el medio rural es dar facilidades a los emprendedores y llevar a cabo una gran rebaja de impuestos a nivel nacional. También hay que volver a premiar valores como la determinación, la honradez y el esfuerzo. Antes un autónomo podía ahorrar. Ahora con esta carga fiscal es imposible”. Matiza.
Aun así sus clientes de toda la vida siguen apostando por una ferretería que cuida al máximo cada detalle en la venta de sus artículos. “El cliente tipo compra un poco de todo. Vendemos todo tipo de muebles y seguimos montando cocinas. Nuestros clientes siguen valorando esa confianza y ese trato cercano, amable y cordial. Para mí fue muy especial la visita de un cliente de Barcelona este verano que nos agradeció de todo corazón que todavía estuviéramos aquí. Muchos de nuestros clientes viene de la época de nuestros abuelos y por supuesto de la de nuestros padres. El reto eso sí a corto plazo es estar presentes en internet y estamos trabajando para conseguirlo. Raúl y yo formamos un gran equipo y esa es la seña de identidad actual de nuestra tienda. El atiende al público y yo llevo todo lo que tiene que ver con el mobiliario y también la gerencia.
El gran filósofo francés Jean Jacques Rouseeau afirmaba con razón que un buen padre vale por cien maestros. Si algo tuvieron claro Isaac y María Teresa es que educarían en el mismo cariño y amor a sus tres hijas dándoles las mimas lecciones de vida y ofreciéndoles las mismas oportunidades. “Mis padres han sido maravillosos pero sí que es verdad que ambos tenían caracteres muy fuertes y que a muchos de sus amigos les costaba entender como podían trabajar juntos todo el día. Yo creo que la clave de su felicidad y de la nuestra fue que siempre se quisieron con todo el corazón. Mi madre no lo tuvo nada fácil ya que tuvo que tirar adelante con una familia de cinco hermanos. Mi padre ha sido siempre muy trabajador. Muchas después veces después de terminar de vender en la tienda se bajaba a montar dormitorios. Además, siempre ha tenido un gran olfato para entender cuáles eran los artículos más interesantes a la hora de vender. Mi madre además le ayudaba muchísimo en ese sentido porque tenía muy buen gusto y mucho ojo con lo último en decoración y en muebles. Era sencillamente la que lograba que las cosas, en general, siempre fueran mucho más bonitas.
Además nos enseñaron a luchar para solucionar los problemas sin quejas o lamentos. Siempre nos dijeron que todo se lograba con esfuerzo y nos dejaron claro que, para lo bueno y también para lo malo, las tres hermas éramos iguales”, comenta. En sus ratos libres, María Teresa disfruta muchísimo con la lectura, haciendo puzles y sobre todo aprendiendo idiomas. Raúl es un apasionado de la micología, del campo, del huerto y le gusta muchísimo jugar a las cartas con su cuadrilla. Natalia, la más pequeña es tímida pero muy noble y Raúl, el mayor, es simpático, extrovertido y muy buena gente.
Coelho, uno de los mejores escritores de los últimos cuarenta años, afirma que cuando quieres una cosa todo el universo conspira para que puedas conseguirla. María Teresa, en el fondo, desea que la vida le siga sonriendo y que su familia sea feliz. Mientras tanto, la histórica ferretería Gárate de Salas de los Infantes seguirá siendo un referente como empresa familiar en la ciudad milenaria de Salas de los Infantes y en toda la comarca de Pinares.