Como “un auténtico honor, que te exige aún mayor dedicación y entrega” ha recibido hace apenas varios meses el nuevo cargo que ha supuesto para él “un reto profesional que asume con entusiasmo”. Él es Juan Carlos Olalla, y a sus 54 años ha sido nombrado el nuevo jefe de la Brigada Logística del Ejército de Tierra, un cargo importantísimo que llena de orgullo a la población de Duruelo de donde él es natural y a donde regresa a menudo para sentirse de nuevo en casa, en el lugar exacto donde se forjaron los cimientos para convertirse en lo que hoy es, tanto a nivel profesional como personal.
Olalla conserva numerosos recuerdos de esos años de niñez, “de vivencias familiares con mis padres y hermanos y con mis abuelos; recuerdos de la escuela y los maestros. Muchos recuerdos de los amigos de la cuadrilla, siempre jugando en la calle y en la plaza a la pelota; recuerdos también echando una mano en la serrería con mi padre y mis tíos. Lo recuerdo como una etapa feliz”, declara, apuntando que Duruelo para él es siempre la referencia, el origen, y donde sigue asentada su familia. “Todos los que hemos nacido en esta tierra llevamos a nuestros pueblos en el corazón, con una mezcla siempre de orgullo y de nostalgia, especialmente en las fechas más señaladas”.
De cómo surgió en él el deseo de ser militar, Juan Carlos nos cuenta que una de sus principales referencias fue un tío suyo, hermano de su madre, que era militar, artillero. “Mi tío Agapito era una persona inteligente y humilde, y para mí fue una referencia y un modelo a seguir”, señala, confesando que de no haber sido militar “creo que me hubiera gustado ser algo relacionado con la madera o la ingeniería”.
Cuando dio el paso para comenzar los estudios tuvo que abandonar su pueblo. “Cuando ingresé en el ejército realmente no sabía muy bien lo que me esperaba. Pero esta profesión me ha permitido formarme, conocer personas que me han aportado mucho en todos los sentidos y sobre todo servir a los demás, que es muy gratificante. Si echo la vista atrás, creo que ha merecido la pena. Pero también te digo que el verdadero esfuerzo creo que lo hicieron mis padres, que siendo conscientes de lo que sacrificaban, me animaron siempre a desarrollar mi profesión”, explica.
Casado con una durolense y con dos hijos, Olalla responde algo muy reflexivo ante la pregunta que desde este periódico le abordamos sobre si le gustaría que sus hijos siguiesen sus pasos: “quisiera que fueran buenas personas. Luego que sean lo que ellos quieran ser”. Por ahora, su máxima alegría es que sus hijos sientan Duruelo “como su pueblo, tengan aquí sus amigos y disfruten cada vez que venimos, que es de forma habitual ya que mi mujer, Estela, también es de Duruelo”.
Trayectoria profesional
El General Juan Carlos Simón cuenta con una larga trayectoria profesional. Ingresó en la Academia General Militar en 1985, como componente de la XLV Promoción, obteniendo su despacho de teniente de artillería en julio de 1990. Aquellos años los recuerda “con mucho estudio y muy poco tiempo libre. Aunque fue una etapa exigente, con el paso del tiempo aprecias la preparación recibida con mucha formación en valores, impartida con el ejemplo de grandes profesores. Pero también lo recuerdo como un periodo alegre, con múltiples experiencias compartidas con los compañeros de promoción con los que compartes absolutamente todo en el día a día y con los que forjas lazos de amistad que duran toda la vida”.
Después se diplomó en Mando de Tropas de Montaña, unidades en las que ejerció mando en sus empleos de teniente y capitán. Un reto en el que mucho tendría que ver la influencia del Urbión para tomar su decisión. “Pues yo creo que sí. Aquí tenemos unos magníficos paisajes de montaña y no nos asusta el frío. Pero la verdad es que lo me animó fueron las prácticas de esquí y escalada en Jaca que realizábamos en la academia. Luego pude conocer las unidades de montaña y el trabajo que hacían y me gustó mucho su espíritu de trabajo. Inmediatamente decidí que quería especializarme en Montaña”.
En 2001 ascendió a Comandante y se diplomó en Estado Mayor en 2003, especialidad que le llevó a Italia (Mando Conjunto de la OTAN en Nápoles). “A nivel profesional salir al extranjero te permite ampliar horizontes, conocer otros procedimientos y ver la dimensión internacional de los conflictos”, añade.
SU ÉPOCA EN LA UME
Su época en la Unidad Militar de Emergencias ha sido justo lo previo a su ascenso como general de Brigada. Fue jefe del Batallón de Intervención en Emergencias III de la UME como teniente coronel y ascendió a coronel en 2017 donde ha sido Jefe del Estado Mayor de la UME hasta septiembre de 2020.
Una experiencia calificada por Olalla como “muy gratificante, que me ha permitido participar en la creación de una capacidad en las Fuerzas Armadas que creo que se ha demostrado útil a la sociedad y en la que he podido trabajar con grandes soldados, conocer a grandes profesionales de muchos ámbitos con una gran vocación de servicio y disfrutar del reconocimiento de nuestros ciudadanos. De las muchas emergencias en las que participé, recuerdo especialmente los grandes incendios de Valencia de 2012 y las inundaciones provocadas por la DANA en Murcia y Alicante en 2019. Pero las experiencias más duras son siempre las que conllevan pérdidas humanas, especialmente cercanas si son de compañeros”.
CORONAVIRUS
En la crisis del coronavirus fue especialmente importante el papel de la UME en toda España, también en la comarca de Pinares donde trabajaron en la desinfección de residencias de ancianos, entre otras cosas. “La pandemia del coronavirus ha puesto al límite al mundo entero y nos ha obligado a todos a adaptarnos. A las Fuerzas Armadas y en general a todos los servicios de emergencia les obligó a adaptarse a una situación inédita, a desplegar inmediatamente todas sus capacidades y desarrollar nuevos procedimientos para intentar detener el contagio y salvar vidas humanas. A nivel personal, fue una etapa complicada y estresante, pero me siento afortunado de haber formado parte de ese equipo y haber podido contribuir a ayudar a nuestros sanitarios, que son los que verdaderamente han combatido y combaten en primera línea en esta lucha”, explica Juan Carlos Olalla.
SU PRESENTE
Como avanzábamos al comienzo, el 1 de julio el general de brigada Juan Carlos Olalla Simón fue nombrado el nuevo jefe de la Brigada Logística (Brilog), cuyo cuartel general y una de sus agrupaciones están profundamente arraigados en Zaragoza. “El puesto como jefe de la Brigada Logística es un privilegio, y me supone un reto profesional que asumo con entusiasmo, esperando estar a la altura de la misión de la unidad y los magníficos soldados que la cumplen”, confiesa Olalla, apuntando que en su familia, ante el haber conseguido este importante ascenso “se sienten contentos, imagino que orgullosos porque somos una familia. Nuestras familias también viven las vicisitudes de esta profesión y sacrifican muchas cosas, por lo que pueden sentirse partícipes directos de este ascenso. Espero que, al menos, sientan compensado su apoyo constante todos estos años”.
Tras diez años de existencia, la Brigada Logística, cuyo lema es ‘Orgullo de servir’, se consolida como unidad de referencia en su ámbito en España y ha obtenido reconocimiento internacional por su papel en ejercicios de la OTAN. Todo ello, sin olvidar su presencia simultánea y permanente en los principales escenarios en que el Ejército de Tierra despliega tropas en el exterior, ni desatender el apoyo logístico en permanencia a todas las unidades del Ejército.
APOYO LOGÍSTICO
“La BRILOG proporciona apoyo logístico a las unidades del ejército. Transporta y abastece de los materiales que se necesitan en las operaciones y realiza tareas de mantenimiento de todo tipo de armamento y material, en España y en el exterior; además proporciona las capacidades sanitarias desplegables del ejército. Un trabajo muy variado, muy técnico e importante para el día a día del Ejército de Tierra. En este momento, tenemos unos 150 efectivos desplegados en la mayor parte de las misiones en el exterior y, como curiosidad, también somos responsables del funcionamiento de la Base Antártica “Gabriel de Castilla”.
La BRILOG está compuesta por cinco Agrupaciones de Apoyo Logístico, una Agrupación de Transporte y una Agrupación de Sanidad. Sus cabeceras se encuentran en Madrid (3), Sevilla, Zaragoza, Valladolid y Santa Cruz de Tenerife. Tiene unidades repartidas por toda España, en 28 acuartelamientos de 16 provincias de nueve Comunidades Autónomas.
En cuanto a su personal, la forman cerca de 4.400 hombres y mujeres, civiles y militares, todos profesionales con cometidos que van desde mecánicos a sanitarios, conductores, almacenistas, cocineros, artificieros...Un grupo muy variado pero con mucha formación, experiencia y sobre todo, capacidad de trabajo.
Algunas de sus actividades de entrenamiento de esta unidad se han llevado a cabo en la comarca de Pinares, la última en primavera en la localidad de San Leonardo de Yagüe. “La comarca de Pinares tiene todo lo necesario para adiestrarse en los cometidos que habitualmente pueden realizar las unidades de la Brigada Logística de la BRILOG, y está muy cerca de Zaragoza, Madrid, Valladolid o Vitoria. Además, el entorno es magnífico y me consta que son muy bien recibidos en todos los pueblos de la Sierra. Así da gusto salir de casa...”.
Lo que espera el general Olalla para su futuro profesional es “continuar sirviendo y dar lo que se espera de mí ahora como Jefe de la Brigada Logística”. De su futuro personal a largo plazo “regresar a Duruelo y vivir aquí una vez que llegue la jubilación, es mi pueblo y aquí me siento en mi casa”, concluye.