Y es que la música es la poesía del universo. Una nota de mil colores que viste las estrellas haciéndolas brillar mientras bailan al compás del sol. “Siempre he estado rodeado de música. Vengo de familia de músicos y siempre hubo un hilo musical de fondo en nuestra casa. Vinilos que sonaban en un tocadiscos Philips de Ray Coniff, Glen Miller, Fausto Papetti o Cugat de entre todos los que mi padre todavía guarda en su gran discoteca particular. Jesús, hijo de Francisca y Cirilo, -quien fuera Director de la antigua Banda-Empleado del Banco Santander de profesión; saxofonista, baterista y dulzainero por afición. Mi madre, Amparo, peluquera que fue, e hija de Elisa y Justo, “El barbero”, quien realmente me suscitaría con mayor fuerza este amor por la música. Me gusta decir que soy el producto de las dos vertientes: por un lado mi padre, súper práctico y por otro, mi madre, súper sentimental.
Pronto comenzó a aporrear el piano en la casa de la abuela Chavisca y a recibir clases de guitarra en el abuelo Justo en su afamada Barbería. Después llegarían las primeras actuaciones en el casino, en los agostos culturales y las salidas con la charanga en las fiestas de su pueblo. “También influyeron mucho en mi proceso formativo y en mi formación humana profesores como Doña Mari Luz Bengoechea en parvulario y Don David Ibáñez en la EGB en el Colegio Fernán González. Ambos muy abiertos y sensibles a esas vivencias afectivas con la música contagiándome actitudes de confianza y valorando mis posibilidades. Hasta el punto de que alguna vez me hacían tocar delante de mis compañeros, lo que mejoraba mucho mi autoestima porque yo era muy tímido. A veces no podía terminar las canciones que tocaba porque algún amigo, algo pillín, me hacía reír y terminábamos todos a carcajada limpia.
Sus primeros pasos fueron con siete años de la mano de Nunci García y del gran compositor burgalés Pedro María de la Iglesia, por entonces novios. Después de su paso por el Seminario Menor de Burgos comenzaron sus primeras clases de piano con el maestro y organista de la Catedral Don Miguel Castañeda. “Ya en la adolescencia cursé mis estudios de piano en el conservatorio Antonio Cabezón de Burgos y en la Escuela Superior Katarina Gurska de Madrid compaginándolo también con mis estudios de Pedagogía Musical. Después hice un postgrado de piano en la Guildhall Scholl Music de Londres. Después, la inquietud por mejorar me llevo a seguir formándome en el mundo de la Dirección Coral y de Banda asistiendo a masters class con maestros reconocidos como el gran Alejandro Yagüe, Iñaki Tolaretxipi, José Boyer, Pascual Vilaplana, García Asensio o Navarro Lara. También he de decir que mi paso por el ejército en la Banda de Música del Gobierno Militar, la antigua “San Marcial” también marcó considerablemente mi formación musical.
Un maestro es algo así como un guía espiritual. Es quien se encarga de plantar en nuestros corazones la semilla del conocimiento y de los sueños esperando que la propia vida termine por hacerla germinar. Raúl comenzó sus primeros años de docencia en la primera Escuela de Música de Salas en 1994 dirigida entonces por su compañero y amigo Óscar María Izquierdo. “En 1999 la dirección de la escuela cambió pero yo seguí impartiendo clases en la zona de Pinares; desde Palacios a Vinuesa, San Leonardo y Almazán. La mayoría pueblos pertenecientes a la Escuela Comarcal, regentada por la empresa Servimúsica. Impartí clases en todos esos pueblos compaginando también con las escuelas de Caleruega, Huerta de Rey y Aranda y en agrupaciones tales como la Coral de Pinares, el Coro de Navas del Pinar o la Agrupación de pulso y púa de Almazán.
En 1996 doy un paso significativo en mi carrera y consigo la plaza de Director en la Banda de Música de Pradoluengo y compagino mi labor docente en poblaciones como Quintanadueñas, Ibeas, Villagonzalo Pedernales, Peñaranda de Duero y Zazuar manteniendo también Caleruega con la empresa Musicalidad. Es en 2012 cuando comienzo mi andadura pedagógica con mi gran compañero y amigo Pablo Abad impartiendo de nuevo clases por nuestra zona: Salas, San Leonardo, Navaleno, Quintanar, Palacios, Caleruega, Aranda y Burgos y así hasta el día de hoy. El ayuntamiento de Salas, en su empeño por ofrecer a la ciudadanía una oferta variada de servicios, tiene entre otras, una gran Escuela Municipal que proporciona riqueza a la demanda musical. Y lo hace empleando unos principios de flexibilidad pedagógica de diversidad instrumental y de calidad. La finalidad de esta no es solo educativa ya que tiene importantes implicaciones en el ámbito cultural y social. Al mismo tiempo funciona como espacio de convivencia y buena cohesión social, tanto local como comarcal”.
La vida muchas veces nos regala personas maravillosas que nos acompañan cediendo su tiempo y su conocimiento para hacernos más felices. Raúl Contreras es así, un regalo de la propia vida que ama con locura sus dos grandes universos, la música y la amistad. “Si hablamos de música ya sea en Salas o en los pueblos de su comarca siempre me vas a encontrar formando parte del evento. Me gusta participar de forma activa. Es parte de mi vocación contribuir a la cultura local y de la zona a través de este arte. De alguna manera impulsas la función misma de la música como herramienta de acción social.
Por ello mismo me encuentras dando clases, como en la coral, o dando un concierto con mi amigo Fernando Óscar-dulzainero de Molinos de Duero-, formando parte de algún musical con ADEMUS o participando en el Coro Parroquial o tocando en la banda a la cual pertenezco. Ellos han sido en primicia, los que han estrenado mis pasodobles y otras piezas que tengo para este tipo de formaciones. José Ignacio González, su director, me dejó experimentar con ellos, dirigiéndoles en varias ocasiones. Cumple la Banda este año, 25 de andadura. Sólo espero que podamos seguir unos cuantos más, disfrutando y haciendo música de la buena”.
Y también mencionar a ADEMUS como este colectivo tan excepcional en el que también tengo participación. Considerado ya como uno de los grandes grupos culturales salenses de exhibición y producción de Musicales. Cada vez que se levanta el telón, es momento extraordinario para la cultura y el turismo de Salas y comarca. Con un liderazgo cada vez más asentado, cada temporada ofrece una imbatible oferta cultural que atrae a lugareños y visitantes del resto de España y del mundo. Porque detrás de cada musical propuesto, existe la voluntad de cautivar a un público tan amplio como plural. También hay un equipo técnico y artístico que une sinergias, casi todos amateurs, y para el que la excelencia y el talento, son dos máximos irrenunciables. Como miembro que soy, no puedo más que agradecer que cuenten conmigo, e invitarles a que sigan dejándose llevar por esa magia que habita en Disney y seguir disfrutando de este boom cultural que inunda nuestro Salas.
Si le preguntas por un viaje inolvidable te dirá sin duda alguna que fue a las Rías Baixas en Galicia. Adora el bacalao que cocina su madre y su película de cabecera es “el Bueno, el feo y el malo del gran Sergio Leone. Su libro favorito es “Zen en el arte de tiro con arco” de Eugen Herrigel y sin duda su color predilecto es el azul. Para unas vacaciones tanto mar como montaña son destinos perfectos.